En la medida que los niños crecen van ganando experiencia, y su dimensión sensorial es inicialmente la que recopila la información de todo lo que sucede en su mundo y evoca sus recuerdos, por eso encontramos niños con dificultades para socializar, o con miedos a la oscuridad, a insectos, o actividades, porque quizá la primera experiencia no fue la mas agradable y asumen de que siempre será así, es allí donde los padres o cuidadores juegan un papel invaluable, a través de un buen consejo pueden persuadirlo a volverlo a intentar, a explorar, y a disfrutar.
Equivocarse no es malo, por el contrario , el ensayo y error es uno de los mejores maestros y pilares de la investigación, saber qué no debo volver a hacer me ayuda a avanzar y volverlo a intentar hasta lograrlo, pero el miedo a equivocarme impide la acción, y me lleva a una batalla mental e imaginaria que me puede paralizar en el mundo real.
Ayudemos a que distingan el miedo saludable, del miedo que nos detiene. No todos los miedos son dañinos. El miedo saludable es el que nos ayuda a ser preventivos, analíticos y no nos permite correr riesgos innecesarios, pues es respuesta a nuestro instinto de conservación. Pero el miedo que se alimenta del temor a fracasar es aquel que se fundamenta en las inseguridades. En la palabra encontramos en Salmos 56:3 En el día que temo,Yo en ti confío, podemos como creyentes infundir en nuestros hijos la seguridad de que en cualquier momento Dios esta con ellos y el mejor pensamiento en momentos de angustia, es aquel que se concentra en Dios.
Como ayudo a mi hijo (a) a vencer el miedo?
1.Permite que tu hijo tome decisiones con autonomía.
2.Acompañar y supervisar la ejecución de las decisiones provee seguridad para ellos.
3.Disfruta de los éxitos de tus hijos e indícales el camino para enfrentar los desaciertos.
4.Resalta que siempre es posible superar los momentos difíciles y volver a empezar.
5.Enséñale con tu ejemplo que el miedo a los desafíos se vence decidiendo y siendo perseverantes.
6.Capacítalo, lo contrario al miedo, es la esperanza, y esta provee soluciones, creatividad, libertad y acción.
7.Empodéralo, los padres debemos empoderar a nuestros hijos, haciéndoles conciencia de que pueden decidir por ellos mismos, que tienen la inteligencia para hacerlo y debemos asegurarles que recibirán siempre nuestro consejo.
Alcanzada por su gracia
Sharon Sáenz.