Estudio Biblico
No hay mayor privilegio que conocer a Dios, ni mayor tragedia que no tener una relación con Él. Sin embargo, muchas personas pasan toda su vida separadas del Señor Jesús; por tanto, cuando mueran estarán separadas de Él para siempre.
Mientras están en la Tierra, tanto justos como injustos disfrutan de los beneficios de la bendición divina (Mt 5.45), por lo que, quienes deciden vivir sin Cristo, probablemente no tienen idea de lo terrible que será la eternidad sin Dios. Algunas personas parecen hacer caso omiso de las advertencias de la Biblia sobre “las tinieblas de afuera”, el “lloro” y “el crujir de dientes” (Mt 25.30). ¿O será porque nunca han escuchado las buenas nuevas de salvación? Romanos 1.18-20 dice que la creación ofrece tanta evidencia sobre Dios, que el hombre es responsable por su incredulidad. Piense en el diseño, la belleza y el orden de la naturaleza; estas cosas no han surgido simplemente por sí solas.
Además, Dios se manifiesta en la conciencia humana (Romanos 2.14, 15). Aun las sociedades que no tienen acceso a las Sagradas Escrituras prohíben conductas perversas como violación sexual, asesinato y robo. Además, tenemos la revelación de Dios de sí mismo tanto en su Palabra como en la encarnación de Jesús (Jn 14.7-9). Cristo, que era plenamente Dios, se hizo plenamente hombre. Y su vida perfecta muestra el carácter y el corazón del Padre celestial.
¿Puede usted ver evidencia del Todopoderoso en la creación y en la “ley” escrita en su conciencia? ¿Busca conocerle mejor por medio de su Palabra y el ejemplo de Cristo? El Señor desea tener una relación con usted, y le está llamando. Responda con un corazón deseoso de conocerle, y verá su revelación.
19:2 Un día emite palabra a otro día,Y una noche a otra noche declara sabiduría.
19:3 No hay lenguaje, ni palabras,Ni es oída su voz.
19:4 Por toda la tierra salió su voz,Y hasta el extremo del mundo sus palabras.En ellos puso tabernáculo para el sol;
19:5 Y éste, como esposo que sale de su tálamo,Se alegra cual gigante para correr el camino.
19:6 De un extremo de los cielos es su salida,Y su curso hasta el término de ellos;Y nada hay que se esconda de su calor.