“Por eso la promesa viene por la fe, a fin de que por la gracia quede garantizada para toda la descendencia de Abraham; esta promesa no es solo para los que son de la ley, sino para los que son también de la fe de Abraham, quien es el padre que tenemos en común”. Romanos 4:16 (NVI)
Dios no tiene favoritos —independientemente de tu trasfondo, estatus o pecado. No importa si eres una persona religiosa, una persona que antes era religiosa o si tienes cualquier otro trasfondo religioso. Romanos 4:16 dice, “Por eso la promesa viene por la fe, a fin de que por la gracia quede garantizada para toda la descendencia de Abraham; esta promesa no es solo para los que son de la ley, sino para los que son también de la fe de Abraham, quien es el padre que tenemos en común” (NVI). ¿Quiénes son estas personas que viven bajo la Ley de Moisés? Los judíos. A la gente judía le fueron dados los caminos de Dios antes que a cualquiera.
¿Alguna vez has pensado porqué los judíos fueron llamados la gente escogida por Dios? ¿Dios los ama más que al resto de nosotros? No. Ellos fueron escogidos con un propósito —para difundir el mensaje a todos los demás de que hay un Dios verdadero. Ellos se convirtieron en los misioneros para resto de nosotros.
Ahora Dios ha tomado esa encomienda y se la ha dado a la iglesia, la cual incluye a todo el que ha puesto su fe en Cristo, independientemente de su trasfondo. Dios dice que su salvación está disponible a cualquiera que abre su corazón en fe: “porque «todo el que invoque el nombre del Señor será salvo” Romanos 10:13 (NVI). No hay cuotas en el Cielo. La Biblia NO dice que solo las personas muy buenas serán salvas si invocan al nombre del Señor. Todos los que invoquen el nombre del Señor serán salvos.
Lo triste es que muchas personas todavía tratan de ganarse su camino al Cielo, aun cuando saben que Dios ofrece su regalo por gracia. Ellos piensan que pueden hacerse a ellos mismos lo suficientemente buenos —por lo que no necesitan el regalo de la salvación de Dios por medio de Cristo.
Quizás has logrado hacer cosas muy buenas en la vida. Pero si piensas que esas cosas te llevarán al Cielo, olvídalo. La única forma en la que cualquiera de nosotros puede entrar al Cielo es recibiendo el regalo de la salvación por la GRACIA DE DIOS, la cual está disponible para todos.
Reflexiona sobre esto:
¿Cómo respondes a la verdad de que nada de lo que hagas hará que Dios te ame más ni menos de lo que Él lo hace ahora?
¿Cuál es tu parte en la encomienda a la iglesia de difundir el mensaje de salvación a aquellos que todavía no han escuchado?