“Si declaras abiertamente que Jesús es el Señor y crees en tu corazón que Dios lo levantó de los muertos, serás salvo. Pues es por creer en tu corazón que eres declarado justo a los ojos de Dios y es por declarar abiertamente tu fe que eres salvo”. Romanos 10:9-10 (NTV)
La Biblia dice en Romanos 1:17: “De hecho, en el evangelio se revela la justicia que proviene de Dios” (NVI).
¿Cómo nos justifica Dios delante de Él? Eso se llama Evangelio y hay tres puntos.
Primero: No podemos hacernos justos por nosotros mismos.
El Cielo es un lugar perfecto. No hay pecado, tristeza, mal o injusticia. Pero aquí está el problema: Somos imperfectos, y Dios no puede dejar que los pecadores lleguen al Cielo porque entonces lo llenaría de pecado también.
Romanos 3:20 dice: “Pues nadie llegará jamás a ser justo ante Dios por hacer lo que la ley manda. La ley sencillamente nos muestra lo pecadores que somos” (NTV).
Los únicos que piensan que pueden cumplir las leyes de Dios son los que no las conocen, porque las leyes de Dios son la perfección, y ninguno de nosotros es perfecto. No podemos hacernos buenos por nosotros mismos. Así que Dios tuvo que idear un plan.
Segundo: Dios envió a Jesús para pagar por nuestros pecados y así nosotros pudiéramos ser declarados justos.
Cuando rompes las leyes del hombre, pagas el castigo del hombre. Al romper las leyes de Dios, pagas el castigo de Dios, que es la eternidad en el infierno. Alguien tiene que pagar por todas las cosas que has hecho en la vida que perjudican a otras personas, a ti mismo y a Dios. Dios dijo: “Enviaré a mi Hijo, Jesús, para pagar la pena. Él tomará tu lugar para que no tengas que ir al infierno. Podrás estar conmigo para siempre”.
¿Entiendes por qué al Evangelio se le llama Buenas Nuevas? Significa que todo lo que hayas hecho o alguna vez harás mal en la vida, ya ha sido pagado por Jesucristo en la cruz. Eres una persona justa delante de Dios.
“[Dios] nos salvó, no por las acciones justas que nosotros habíamos hecho, sino por su misericordia” Tito 3:5a (NTV).
Tercero: Tenemos que aceptar por fe lo que Dios hizo por nosotros.
Para ser justos delante de Dios, sólo cree y acepta por fe que lo que Jesús hizo en la cruz; Él pagó por tus pecados. Entonces, serás parte de la familia de Dios. Podrás vivir de la manera que Él quiere que vivas ahora y luego ir al Cielo por la eternidad. Eso es justicia.
Romanos 10: 9-10 dice: “Si declaras abiertamente que Jesús es el Señor y crees en tu corazón que Dios lo levantó de los muertos, serás salvo. Pues es por creer en tu corazón que eres declarado justo a los ojos de Dios y es por declarar abiertamente tu fe que eres salvo” (NTV).
¡Aleluya! Todos podemos ser salvos, no importa lo que somos, lo que hayamos hecho ni por cuánto tiempo lo hemos hecho.
Hoy es el día para resolver esto. Si no estás seguro si vas al Cielo cuando mueras, por favor haz esta oración: “Dios mío, gracias porque me hiciste, porque tienes un plan y un propósito para mi vida y porque me hiciste para conocerte. Gracias por la opción que me has dado para aceptar o rechazar tu oferta de salvación. Hoy humildemente te pido que me salves —no basado en lo que he hecho pero si en lo que Jesucristo hizo por mí. No lo entiendo todo pero lo que sí sé es que quiero poner mi confianza en tu Hijo. Dios quiero conocerte. Quiero aprender a amarte. Quiero estar hambriento y sediento de justicia por el resto de mi vida. Pongo mi confianza en tu gracia y en tu perdón. Quiero que seas el Señor de mi vida. Amén”.