Como padres tenemos una tarea de crianza bastante ardua, además de los demás roles que tenemos, (cónyuge, hijo, hermano, amigo, empleado o jefe, etc) podríamos afirmar que los primeros años de nuestros hijos son realmente agotadores tanto física como emocionalmente porque es cuando mas dependientes son de nosotros para muchas cosas, los retos de la adolescencia podría decirse que son agotadores en el área psicológica y emocional pero ya podemos confiar en que pueden desenvolverse en algunos oficios y actividades de manera independiente y solo necesitan supervisión, y así cada etapa va presentando sus desafíos, sin embargo no podemos dejarnos llevar por lo que cada día trae, y dejarnos dominar por el agotamiento y caer rendidos a dormir sin hacer cosas verdaderamente importantes.
Entre ellas escoger la alimentación del día siguiente de manera intencional, conversar con tus hijos, leer la biblia y orar con ellos, expresar un “ te amo” o un “ sabes que siempre cuentas con nosotros”, evaluar las responsabilidades asignadas, revisar las tareas escolares y brindar un buen acompañamiento para resolverlas. Son algunas de las actividades que como padres, debemos hacer a diario y de manera perseverante para alimentar los valores y principios morales y bíblicos desde la tierna infancia.
En proverbios 19:18 encontramos una gran palabra de sabiduría “Disciplina ( tiempo presente) a tus hijos mientras haya esperanza; de lo contrario, arruinarás sus vidas” Un “exceso” de abrazos y afecto nunca le hará daño a tus hijos, pero hacer lo que ellos deben hacer es un gran daño para ellos y un lamento de vergüenza que se anuncia para los padres en un futuro.
Alcanzada por su gracia
Sharon Sáenz.