A veces la nube se quedaba una sola noche; pero, ya fuera de día o de noche, cuando la nube se levantaba, los israelitas se ponían en marcha. —Números 9:21
Afortunadamente, nuestra alegría en la vida no se basa en tener siempre circunstancias agradables. Es una actitud del corazón, una decisión de disfrutar todo porque todas las cosas, incluso las cosas pequeñas y aparentemente insignificantes, tienen una parte en el “panorama general” de la vida.
La vida es un viaje. Todo en ese viaje es un proceso. Tiene un principio, un intermedio y un final. Todos los aspectos de la vida están siempre en desarrollo. La vida es movimiento. Sin movimiento, avance y progresión, no hay vida. En otras palabras, mientras tú y yo estemos vivos, siempre iremos a alguna parte.
Si no has estado disfrutando el viaje de tu vida, es hora de comenzar. Si has estado disfrutando de tu vida, entonces agradece a Dios y busca formas de disfrutarla aún más.