Los hipócritas son fuertemente reprendidos por Jesús en diferentes ocasiones, podemos encontrar varias referencias hacia los fariseos de la época, pero son una especie que sigue vigente, con apariencia de piedad.
El hipócrita cree en Dios y le es fiel solo en momentos de prosperidad, ama a Dios por lo que Él da y no por lo que Él es. ¡Insensatos y ciegos! porque ¿cuál es mayor, el oro, o el templo que santifica al oro? Mateo 23:17
Sienten fascinación por los aplausos, reconocimiento y las alabanzas de otras personas. Mateo 6:2 Por eso, cuando des a los necesitados, no lo anuncies al son de trompeta, como lo hacen los hipócritas en las sinagogas y en las calles para que la gente les rinda homenaje. Les aseguro que ellos ya han recibido toda su recompensa.
Conocen la biblia, son buenos predicadores y fácilmente dan un buen consejo, pero no tienen un buen testimonio, es decir “predican, pero no aplican” Mateo 23:3 Así que ustedes deben obedecerlos y hacer todo lo que les digan. Pero no hagan lo que hacen ellos, porque no practican lo que predican.
El hipócrita, ora muy bonito y pero su corazón esta lejos de Dios. Isaías 29:13 El Señor dice: «Este pueblo me alaba con la boca y me honra con los labios, pero su corazón está lejos de mí. Su adoración no es más que un mandato enseñado por hombres.
El hipócrita ve y maximiza primero el pecado de su hermano. Mateo 7:3 ¿Por qué te fijas en lo malo que hacen otros, y no te das cuenta de las muchas cosas malas que haces tú? Es como si te fijaras que en el ojo del otro hay una basurita, y no te dieras cuenta de que en tu ojo hay una rama.
El hipócrita tiene apariencia de piedad, pero participa de actos de corrupción. Mateo 23:14 ¡Ay de ustedes, escribas y fariseos hipócritas, que por un lado hacen oraciones larguísimas en las calles y por el otro les roban las casas a las viudas! ¡Hipócritas
El hipócrita entorpece el camino con muchas reglas superficiales para que otros conozcan y sirvan al Salvador. Mateo 23:14 «¡Qué mal les va a ir, hipócritas! Ustedes les cierran la puerta del reino de Dios a los demás. Y ni entran ustedes ni dejan que otros entren.
Si estas pensando en alguien que reúne todas estas características, te estas comportando como un hipócrita. Es muy fácil y placentero ser hipócrita, el antídoto para este veneno está en Salmos 139:23-24 Examíname, oh Dios, y conoce mi corazón; Pruébame y conoce mis pensamientos;24 Y ve si hay en mí camino de perversidad, Y guíame en el camino eterno.
Alcanzada por su gracia
Sharon Sáenz.