La oración en común acuerdo es una poderosa práctica espiritual que el Señor Jesús nos mandó a practicar.
Leamos el pasaje: Mateo 18:15-22
15 Por tanto, si tu hermano peca contra ti, ve y repréndele estando tú y él solos; si te oyere, has ganado a tu hermano.
16 Mas si no te oyere, toma aún contigo a uno o dos, para que en boca de dos o tres testigos conste toda palabra.
17 Si no los oyere a ellos, dilo a la iglesia; y si no oyere a la iglesia, tenle por gentil y publicano.
18 De cierto os digo que todo lo que atéis en la tierra, será atado en el cielo; y todo lo que desatéis en la tierra, será desatado en el cielo.
19 Otra vez os digo, que si dos de vosotros se pusieren de acuerdo en la tierra acerca de cualquiera cosa que pidieren, les será hecho por mi Padre que está en los cielos.
20 Porque donde están dos o tres congregados en mi nombre, allí estoy yo en medio de ellos.
21 Entonces se le acercó Pedro y le dijo: Señor, ¿cuántas veces perdonaré a mi hermano que peque contra mí? ¿Hasta siete?
22 Jesús le dijo: No te digo hasta siete, sino aun hasta setenta veces siete.
En este pasaje podemos encontrar tres secciones que nos muestran como debemos practicar la oración en común acuerdo, mirémoslas:
Para orar en común acuerdo debo:
1. SOLUCIONAR LOS CONFLICTOS SANAMENTE. Yo no puedo orar en común acuerdo con alguien con quien tengo conflictos. Una congregación no puede orar en común acuerdo si hay conflictos en ella.
15 Por tanto, si tu hermano peca contra ti, ve y repréndele estando tú y él solos; si te oyere, has ganado a tu hermano.
16 Mas si no te oyere, toma aún contigo a uno o dos, para que en boca de dos o tres testigos conste toda palabra.
17 Si no los oyere a ellos, dilo a la iglesia; y si no oyere a la iglesia, tenle por gentil y publicano.
18 De cierto os digo que todo lo que atéis en la tierra, será atado en el cielo; y todo lo que desatéis en la tierra, será desatado en el cielo.
Si yo tengo un conflicto con un hermano, la palabra me ordena ir directamente a el para solucionar el conflicto. No empezar chismes o quejas con otras personas, sino solucionar el conflicto directamente con el implicado.
Para eso debo:
a. Hablar con la persona a solas y buscar la solución al problema.
b. Si no escucha buscar un hermano maduro en la fe que pueda apoyar en la solución del conflicto. En nuestra congregación puede ser algún líder de grupo o ministerio.
c. Si no se soluciona se lleva el conflicto a la iglesia, por ejemplo en nuestra comunidad, sería al consejo pastoral
d. Si esta persona no quiere solucionar el conflicto, el Señor Jesús dice que tengamos a esta persona como alguien que no lo conoce a él, como un inconverso.
Para orar en común acuerdo, también de aprender en segundo lugar a
2. PERDONAR SIEMPRE
21 Entonces se le acercó Pedro y le dijo: Señor, ¿cuántas veces perdonaré a mi hermano que peque contra mí? ¿Hasta siete?
22 Jesús le dijo: No te digo hasta siete, sino aun hasta setenta veces siete.
La solución de todo conflicto es el perdón. Debemos aprender a perdonar, y también a pedir perdón. ¿Cuántas veces? Pregunta Pedro, y queriendo dar una cifra a su forma de ver generosa, afirma Pedro ¿hasta siete?
La respuesta de Jesús es sencilla: Setenta veces siete, que significa SIEMPRE.
Debemos aprender a perdonarnos unos a otros, y a hacerlo de todo corazón todas las veces que fuera necesario.
¿y qué si no perdono? La respuesta de Jesús a través de la parábola que sigue al texto que estamos estudiando, donde explica las razones por las cuales nos debemos perdonar, concluye de la siguiente forma:
34 Entonces su señor, enojado, le entregó a los verdugos, hasta que pagase todo lo que le debía.
35 Así también mi Padre celestial hará con vosotros si no perdonáis de todo corazón cada uno a su hermano sus ofensas.
Si no perdono de todo corazón, estoy en una cárcel emocional en la cual estoy a merced de los verdugos.
El no cultivar los principios de solucionar los conflictos saludablemente y perdonarnos siempre puede hacer que nuestra oración sean estorbadas, esto es lo que quiere Jesús decir con :
18 De cierto os digo que todo lo que atéis en la tierra, será atado en el cielo; y todo lo que desatéis en la tierra, será desatado en el cielo.
Este pasaje es comúnmente mal interpretado, afirmando que tenemos en nuestras oraciones la potestad de “atar” y “desatar” en el cielo. Pero estudiando todo el contexto de este pasaje, lo que quería decirnos Jesús es que si nosotros aprendemos a solucionar nuestros conflictos, esto repercute en el cielo, pero si no los solucionamos también puede repercutir en el cielo. ¿De que forma? Una de ellas es la respuesta a nuestras oraciones. Por ejemplo, miremos estos dos pasajes:
Mateo 6:14 Porque si perdonáis a los hombres sus ofensas, os perdonará también a vosotros vuestro Padre celestial;15 mas si no perdonáis a los hombres sus ofensas, tampoco vuestro Padre os perdonará vuestras ofensas.
En este caso, la respuesta de Dios a mi oración pidiendo perdón esta condicionada a que yo perdone las ofensas de otros.
1 Pedro 3:7. Vosotros, maridos, igualmente, vivid con ellas sabiamente, dando honor a la mujer como a vaso más frágil, y como a coherederas de la gracia de la vida, para que vuestras oraciones no tengan estorbo.
En este último, mis oraciones pueden ser estorbadas de acuerdo al trato que le doy a mi esposa, y no solo a ella, sino a mi prójimo.
Entonces “atar” y “desatar” no dependen de mis oraciones, sino de mis acciones en la tierra, quienes pueden repercutir en la respuesta de mis oraciones en el cielo.
Finalmente, para practicar la oración en acuerdo debo:
3. PONERME DE ACUERDO
19 Otra vez os digo, que si dos de vosotros se pusieren de acuerdo en la tierra acerca de cualquiera cosa que pidieren, les será hecho por mi Padre que está en los cielos.
Pareciera obvio, pero es importante. Es diferente orar juntos a orar en acuerdo. Este pasaje invita a orar juntos, pero en acuerdo.
En acuerdo significa con la misma intención, el mismo objetivo.
Para eso se requiere:
A. Más de dos personas
B. Determinar en común acuerdo lo que se va a pedir, teniendo en cuenta siempre la voluntad de Dios expresada en su Palabra.
C. Creer que se recibirá, de acuerdo a la promesa que dio Jesús.
Un ejemplo de oración en común acuerdo nos lo da Hechos 4:
24 Y ellos, habiéndolo oído, alzaron unánimes la voz a Dios, y dijeron: Soberano Señor, tú eres el Dios que hiciste el cielo y la tierra, el mar y todo lo que en ellos hay;25 que por boca de David tu siervo dijiste: ¿Por qué se amotinan las gentes, Y los pueblos piensan cosas vanas? 26 Se reunieron los reyes de la tierra, Y los príncipes se juntaron en uno Contra el Señor, y contra su Cristo.
27 Porque verdaderamente se unieron en esta ciudad contra tu santo Hijo Jesús, a quien ungiste, Herodes y Poncio Pilato, con los gentiles y el pueblo de Israel,28 para hacer cuanto tu mano y tu consejo habían antes determinado que sucediera. 29 Y ahora, Señor, mira sus amenazas, y concede a tus siervos que con todo denuedo hablen tu palabra, 30 mientras extiendes tu mano para que se hagan sanidades y señales y prodigios mediante el nombre de tu santo Hijo Jesús. 31 Cuando hubieron orado, el lugar en que estaban congregados tembló; y todos fueron llenos del Espíritu Santo, y hablaban con denuedo la palabra de Dios.
Necesitamos como familia, aprender a orar en común acuerdo
Necesitamos como comunidad Cristiana de la iglesia de Jesucristo, aprender a orar en común acuerdo