que no se ahogue tu fe - Marcos 4:35-41
Estudio Biblico
Las dificultades generalmente te sorprenderán a medio camino, no al inicio. Cuando decides ir hacia “el otro lado”, cuando inicias una carrera universitaria, un negocio o un compromiso, debes asumir el riesgo de enfrentar las tormentas que te sorprenderán en el camino.
Es importante hablar de cosas que nos ayudarán a que nuestra fe no se ahogue. ¿Cuál fue la palabra inicial de Jesús? Crucemos al otro lado. Nuestra tendencia natural es a olvidar las palabras que el Señor nos ha dado. En el libro de Hebreos 1: 3 “el Señor sustenta el universo con la palabra de su poder” si puede sustentar o sostener el universo, cuanto más podrá sustentar nuestras vidas.
Y los discipulos Al ver que se hundían, se desesperaron, olvidando que Jesús les había dado una palabra y que más aun que él mismo estaba con ellos en medio de esa tormenta. Recuerdan el pasaje donde el Señor vino a sus discípulos caminando por las aguas y Pedro le dijo Señor si eres tú manda que yo vaya y él le dijo ven y Pedro comenzo a caminar, pero al ver que las olas lo comenzaron a golpear quitó su mirada de Jesús y comenzó a hundirse, pero allí el Señor le dio la mano y lo ayudo. Pero le dijo que porque había dudado.
Parece ser que cuando el Señor nos da una promesa de bendecirnos, una tormenta se levanta cuyo propósito tiene probar nuestra fe.
Siempre que decidamos vivir por fe van a venir tormentas que van a probar nuestra fe pero ten la seguridad que aunque te sientas hundir Jesús siempre va a estar presto para ayudarte.
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PASAJE BIBLICO
Marcos 4
4:35 Aquel día, cuando llegó la noche, les dijo: Pasemos al otro lado.4:36 Y despidiendo a la multitud, le tomaron como estaba, en la barca; y había también con él otras barcas.
4:37 Pero se levantó una gran tempestad de viento, y echaba las olas en la barca, de tal manera que ya se anegaba.
4:38 Y él estaba en la popa, durmiendo sobre un cabezal; y le despertaron, y le dijeron: Maestro, ¿no tienes cuidado que perecemos?
4:39 Y levantándose, reprendió al viento, y dijo al mar: Calla, enmudece. Y cesó el viento, y se hizo grande bonanza.
4:40 Y les dijo: ¿Por qué estáis así amedrentados? ¿Cómo no tenéis fe?
4:41 Entonces temieron con gran temor, y se decían el uno al otro: ¿Quién es éste, que aun el viento y el mar le obedecen?