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Cuando viene la próxima ofensa - Lucas 17:1
Estudio Biblico
Es interesante que Jesús diga que mientras vivamos, "ciertamente vendrán tropiezos" (Lucas 17:1), y todos sabemos por nuestras experiencias diarias cuán cierto es eso. Entonces, cuando te llegue la próxima ofensa, ¿qué vas a hacer con ella? ¿Vas a atraerlo a tu vida? ¿Vas a pensar una y otra vez en lo que dijo esa persona o en lo que hizo o dejó de hacer? Cuando haces eso, estás diciendo: "Ofensa, adelante. Sé parte de lo que soy. Ve más adentro". No, no hagas eso.
El escritor de Proverbios dice que tenemos que cuidar nuestro corazón de las ofensas. Suceden cosas injustas y la gente nos decepciona y dice cosas que hieren nuestros sentimientos. Estas ofensas tratan de instalarse en nuestros corazones y, si lo hacen, producen resentimiento, amargura y falta de perdón. Las personas que se han divorciado o han perdido su carrera han resultado profundamente heridas. Pero si se aferran a ese dolor, la amargura y el veneno se convierten en parte de lo que son, y simplemente nunca se alejan de ese dolor enconado.
No podemos permitir que el resentimiento, la amargura y la falta de perdón ocupen un espacio valioso en nuestros corazones, porque Dios quiere obrar y hacer cosas buenas en nuestros corazones. Jesús dice: "El hombre bueno, del buen tesoro del corazón saca el bien" (Lucas 6:45). Las ofensas ocupan el lugar de las cosas buenas que Dios quiere hacer en nuestro corazón. Cuando almacenamos las cosas buenas y mantenemos la barrera entre nosotros y las cosas dañinas, vamos a producir cosas buenas en nuestras vidas. Es por eso que Dios está diciendo hoy: "Déjalo ir. Comienza de nuevo. Haz espacio para las cosas buenas que quiero poner en tu corazón".
Proverbios 17:9 dice: "El que cubre y perdona la ofensa busca el amor". Tienes que cubrir ese delito. Tienes que perdonar. No te pertenece. No se originó contigo. Esa ofensa vino de esa situación. Pertenece a esa persona. No es tuyo a menos que lo aceptes. Solo es tuyo para perdonar y cubrir. La Escritura no dice que las ofensas no vendrán, pero nos dice cómo tratar con una ofensa: cubrirla y perdonar. La elección es nuestra. No dejes que las heridas de la vida entren en tu corazón. Cuando viene una ofensa, tienes que tomar una posición y decir: "Escucha, yo sé quién soy en Cristo Jesús. No permitiré que el dolor penetre en mi corazón. Dios, en el Nombre de Jesús, te estoy empujando". esta ofensa lejos. Perdono a esta persona. Libero el dolor. Libero el dolor, y soy libre".
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