Comentario de Matthew Henry | Jueces 9:22-57 | 0 | 1641
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Comentario Jueces 9:22-57. Siquem conspiran contra Abimelec.- Abimelec destruye a Siquem. - Jueces 9:22-57

Estudio Biblico

Vv. 22—29. Abimelec se sienta en el trono que su padre rechazó. Pero, ¿cuánto dura esta gloria?
Permanece sólo tres años y ve que la zarza se marchita y quema. La prosperidad del impío es breve y
frágil. Los hombres de Siquem fueron diezmados no por otra mano que la de Abimelec. Los que lo
elevaron injustamente al trono, son los primeros en sentir el peso de su cetro.

Vv. 30—49. Abimelec pretendió castigar a los de Siquem por faltarle el respeto ahora, pero Dios
los castigó por haberle servido anteriormente, al asesinar a los hijos de Gedeón. Cuando Dios usa a
los hombres como instrumentos de su mano para hacer su obra, Él significa una cosa y ellos, otra.
De modo que lo que esperaban hubiera sido para bien de ellos, resulta ser una trampa y un lazo,
como hallarán ciertamente los que corren a los ídolos para refugiarse, refugio que resulta ser un
refugio de mentiras.

Vv. 50—57. Los de Siquem fueron arruinados por Abimelec; ahora él se ve enfrentado a a ellos
como su líder en la villanía. El mal persigue a los pecadores y, a veces, los supera cuando no sólo
están tranquilos, sino triunfantes. Aunque la maldad pueda prosperar por un tiempo, no prosperará
para siempre. —Si se contara verazmente la historia de la humanidad, se parecería mucho a la de
este capítulo. El registro de los que se califican de sucesos espléndidos nos presentan este tipo de
lucha por el poder. Tales escenas, aunque elogiadas por los hombres, explican totalmente la doctrina
bíblica de lo engañoso y perverso del corazón del hombre, la fuerza de las lujurias humanas, y el
efecto de la influencia de Satanás. Señor, tú nos has dado tu palabra de verdad y justicia; oh, derrama
tu Espíritu de pureza, paz y amor sobre nosotros y que escriba tus santas leyes en nuestro corazón.

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PASAJE BIBLICO

Jueces 9
9:22 Después que Abimelec hubo dominado sobre Israel tres años,

9:23 envió Dios un mal espíritu entre Abimelec y los hombres de Siquem, y los de Siquem se levantaron contra Abimelec;

9:24 para que la violencia hecha a los setenta hijos de Jerobaal, y la sangre de ellos, recayera sobre Abimelec su hermano que los mató, y sobre los hombres de Siquem que fortalecieron las manos de él para matar a sus hermanos.

9:25 Y los de Siquem pusieron en las cumbres de los montes asechadores que robaban a todos los que pasaban junto a ellos por el camino; de lo cual fue dado aviso a Abimelec.

9:26 Y Gaal hijo de Ebed vino con sus hermanos y se pasaron a Siquem, y los de Siquem pusieron en él su confianza.

9:27 Y saliendo al campo, vendimiaron sus viñedos, y pisaron la uva e hicieron fiesta; y entrando en el templo de sus dioses, comieron y bebieron, y maldijeron a Abimelec.

9:28 Y Gaal hijo de Ebed dijo: ¿Quién es Abimelec, y qué es Siquem, para que nosotros le sirvamos? ¿No es hijo de Jerobaal, y no es Zebul ayudante suyo? Servid a los varones de Hamor padre de Siquem; pero ¿por qué le hemos de servir a él?

9:29 Ojalá estuviera este pueblo bajo mi mano, pues yo arrojaría luego a Abimelec, y diría a Abimelec: Aumenta tus ejércitos, y sal.

9:30 Cuando Zebul gobernador de la ciudad oyó las palabras de Gaal hijo de Ebed, se encendió en ira,

9:31 y envió secretamente mensajeros a Abimelec, diciendo: He aquí que Gaal hijo de Ebed y sus hermanos han venido a Siquem, y he aquí que están sublevando la ciudad contra ti.

9:32 Levántate, pues, ahora de noche, tú y el pueblo que está contigo, y pon emboscadas en el campo.

9:33 Y por la mañana al salir el sol madruga y cae sobre la ciudad; y cuando él y el pueblo que está con él salgan contra ti, tú harás con él según se presente la ocasión.

9:34 Levantándose, pues, de noche Abimelec y todo el pueblo que con él estaba, pusieron emboscada contra Siquem con cuatro compañías.

9:35 Y Gaal hijo de Ebed salió, y se puso a la entrada de la puerta de la ciudad; y Abimelec y todo el pueblo que con él estaba, se levantaron de la emboscada.

9:36 Y viendo Gaal al pueblo, dijo a Zebul: He allí gente que desciende de las cumbres de los montes. Y Zebul le respondió: Tú ves la sombra de los montes como si fueran hombres.

9:37 Volvió Gaal a hablar, y dijo: He allí gente que desciende de en medio de la tierra, y una tropa viene por el camino de la encina de los adivinos.

9:38 Y Zebul le respondió: ¿Dónde está ahora tu boca con que decías: ¿Quién es Abimelec para que le sirvamos? ¿No es este el pueblo que tenías en poco? Sal pues, ahora, y pelea con él.

9:39 Y Gaal salió delante de los de Siquem, y peleó contra Abimelec.

9:40 Mas lo persiguió Abimelec, y Gaal huyó delante de él; y cayeron heridos muchos hasta la entrada de la puerta.

9:41 Y Abimelec se quedó en Aruma; y Zebul echó fuera a Gaal y a sus hermanos, para que no morasen en Siquem.

9:42 Aconteció el siguiente día, que el pueblo salió al campo; y fue dado aviso a Abimelec,

9:43 el cual, tomando gente, la repartió en tres compañías, y puso emboscadas en el campo; y cuando miró, he aquí el pueblo que salía de la ciudad; y se levantó contra ellos y los atacó.

9:44 Porque Abimelec y la compañía que estaba con él acometieron con ímpetu, y se detuvieron a la entrada de la puerta de la ciudad, y las otras dos compañías acometieron a todos los que estaban en el campo, y los mataron.

9:45 Y Abimelec peleó contra la ciudad todo aquel día, y tomó la ciudad, y mató al pueblo que en ella estaba; y asoló la ciudad, y la sembró de sal.

9:46 Cuando oyeron esto todos los que estaban en la torre de Siquem, se metieron en la fortaleza del templo del dios Berit.

9:47 Y fue dado aviso a Abimelec, de que estaban reunidos todos los hombres de la torre de Siquem.

9:48 Entonces subió Abimelec al monte de Salmón, él y toda la gente que con él estaba; y tomó Abimelec un hacha en su mano, y cortó una rama de los árboles, y levantándola se la puso sobre sus hombros, diciendo al pueblo que estaba con él: Lo que me habéis visto hacer, apresuraos a hacerlo como yo.

9:49 Y todo el pueblo cortó también cada uno su rama, y siguieron a Abimelec, y las pusieron junto a la fortaleza, y prendieron fuego con ellas a la fortaleza, de modo que todos los de la torre de Siquem murieron, como unos mil hombres y mujeres.

9:50 Después Abimelec se fue a Tebes, y puso sitio a Tebes, y la tomó.

9:51 En medio de aquella ciudad había una torre fortificada, a la cual se retiraron todos los hombres y las mujeres, y todos los señores de la ciudad; y cerrando tras sí las puertas, se subieron al techo de la torre.

9:52 Y vino Abimelec a la torre, y combatiéndola, llegó hasta la puerta de la torre para prenderle fuego.

9:53 Mas una mujer dejó caer un pedazo de una rueda de molino sobre la cabeza de Abimelec, y le rompió el cráneo.

9:54 Entonces llamó apresuradamente a su escudero, y le dijo: Saca tu espada y mátame, para que no se diga de mí: Una mujer lo mató. Y su escudero le atravesó, y murió.

9:55 Y cuando los israelitas vieron muerto a Abimelec, se fueron cada uno a su casa.

9:56 Así pagó Dios a Abimelec el mal que hizo contra su padre, matando a sus setenta hermanos.

9:57 Y todo el mal de los hombres de Siquem lo hizo Dios volver sobre sus cabezas, y vino sobre ellos la maldición de Jotam hijo de Jerobaal.

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