Job 5:17»¡Pero considera la alegría de aquellos a quienes Dios corrige! Cuando peques, no menosprecies la disciplina del Todopoderoso.
Hay un concepto errado y muy popular, de que cuando pecamos y nos acercamos a Dios, para pedir su perdón, y lo recibimos con certeza, esto nos va a exonerar de la corrección apropiada para cada caso.
Como dice el refrán, “ una cosa es una cosa y otra, es otra” . Por su puesto no es una verdad que al principio nos cause mucho agrado. Pero la biblia dice que es un afortunado aquel que es corregido por Dios.
Si en verdad eres hijo de Dios, entonces serás corregido, porque Dios te ama. Proverbios 13:24 El que detiene el castigo aborrece a su hijo, pero el que lo ama se esmera en corregirlo, y esta palabra nos da la certeza de que Dios no comete el error de disciplinar con ira, ni por emociones como a veces lo hemos hecho como padres y madres terrenales, Job 5:18 Pues aunque él hiere, también venda las heridas; él golpea, pero sus manos también sanan. Nos sana de la corrupción que deja el pecado en nuestra vida.
Un creyente vive feliz en medio de la aflicción porque tiene el gozo de Dios, aprende a desarrollar la costumbre de auto examinarse, y reconoce que ningún problema puede separarlo del amor de Dios y de la eternidad con Él. La corrección de Dios mortifica las corrupciones del corazón, acercándonos a su presencia, y a su palabra, quebrando nuestras rodillas para llegar a Él en oración. Herir es a veces parte de curar.
En la vida de Job, la mente y el corazón fueron sometidos a prueba, su constancia en Dios en sus palabras y pensamiento fue su logro más importante.
Job 5:19-27Una y otra vez te librará del peligro,
y no dejará que el mal llegue a ti.
20 En tiempo de hambre te librará de la muerte,
y en tiempo de guerra te salvará de la espada.
21 Te protegerá de las malas lenguas,
y no habrás de temer cuando llegue el desastre.
22 Te reirás de hambres y calamidades,
y no tendrás miedo a los animales salvajes.
23 Las piedras no estorbarán en tus campos,
y las fieras serán tus amigas.
24 En tu casa tendrás prosperidad,
y al revisar tu ganado lo encontrarás completo.
25 Tendrás tanta descendencia
como hierba hay en el campo.
26 Llegarás a la vejez en pleno vigor,
como un manojo de espigas maduras.
27 La experiencia nos enseña que esto es así;
escucha esto, y compruébalo tú mismo.
Alcanzada por su gracia
Sharon Sáenz.