Estudio Biblico
Quisiera comenzar definiendo la Palabra crisis…
. Consecuencias de decisiones mal tomadas. (mala inversión).
. Situaciones que vienen del medio (coyuntura económica como en el caso de José en Egipto).
Las crisis las podemos ver como oportunidades para crecer. Como por ej: mientras unos lloran otros están vendiendo pañuelos.
. Una crisis familiar, sentimental: una enfermedad, la muerte de un ser querido, el matrimonio, tu noviazgo.
. Crisis laboral: hubo un recorte de personal y te despidieron, se acabó el contrato, o pasas y pasas hojas de vida pero no lo logras conseguir.
. Crisis financiera: deudas, escases.
. Crisis de fe: donde enfrentas serias luchas de tu fe con respecto a todas las promesas que Dios te ha dado pero que no ves su cumplimiento.
Pero, ¿Qué representaba la muerte del Rey para la nación de Israel y para el profeta Isaías? Durante el reinado de Uzias la nación entera gozó de los beneficios del éxito de este rey, viviendo años de paz, estabilidad y prosperidad material. Se pueden imaginar 52 años de progreso social, espiritual, económico; nadie se atrevía a pensar una vida sin este rey, pero estos felices años de progreso y prosperidad terminaron. El rey Uzias se volvió arrogante por todo lo que el Señor le estaba permitiendo alcanzar y se volvió leproso y murió leproso.
Isaías entra en una crisis porque la persona que le brindaba esa seguridad, estabilidad ya no estaría.Pero detrás de todo esto el Señor quería darle una gran lección… La gran lección que logré hallar es que nada ni nadie se debe convertir para ti en tu estabilidad, solamente Dios.Ni las personas (novi@, “no puedo vivir sin ti”, “que si esa persona me llega a fallar yo me muero”), ni el dinero, ni tu trabajo. No debes permitir que nada se convierta en un ídolo en tu corazón, recuerda que el Señor es un Dios celoso y Él no va a compartir su gloria con nadie.
6:2 Por encima de él había serafines; cada uno tenía seis alas; con dos cubrían sus rostros, con dos cubrían sus pies, y con dos volaban.
6:3 Y el uno al otro daba voces, diciendo: Santo, santo, santo, Jehová de los ejércitos; toda la tierra está llena de su gloria.
6:4 Y los quiciales de las puertas se estremecieron con la voz del que clamaba, y la casa se llenó de humo.
6:5 Entonces dije: ¡Ay de mí! que soy muerto; porque siendo hombre inmundo de labios, y habitando en medio de pueblo que tiene labios inmundos, han visto mis ojos al Rey, Jehová de los ejércitos.
6:6 Y voló hacia mí uno de los serafines, teniendo en su mano un carbón encendido, tomado del altar con unas tenazas;
6:7 y tocando con él sobre mi boca, dijo: He aquí que esto tocó tus labios, y es quitada tu culpa, y limpio tu pecado.
6:8 Después oí la voz del Señor, que decía: ¿A quién enviaré, y quién irá por nosotros? Entonces respondí yo: Heme aquí, envíame a mí.