Coalición TGC | Hechos 2:45 | 0 | 196
Calificar

Sirve a la iglesia más allá del ministerio formal - Hechos 2:45

Estudio Biblico




El pastor de mi juventud amaba las estadísticas. Las usaba con frecuencia en la predicación para robustecer sus argumentos. Por eso no me sorprendió que diseñara su propia encuesta para conocer mejor a los miembros de la congregación. 

¿Qué era exactamente lo que quería descubrir? No lo recuerdo. Sin embargo, hay algo que sí quedó grabado en mi memoria: los resultados revelaron que ni siquiera la mitad de los miembros estaban involucrados en un ministerio. El pastor estaba consternado. Nos preguntó: «¿Cómo decimos que somos cristianos si no andamos como Cristo, el siervo de Dios?».

Esta anécdota me anima y entristece al mismo tiempo. Ciertamente, la iglesia necesitaba recordar que todos los cristianos son siervos, no solo los pastores y líderes. Todos tenemos dones, talentos, tiempo y energía que podemos y debemos usar por amor a Dios y a nuestro prójimo.

Sin embargo, me apena pensar que ese día en que el pastor nos hizo esa pregunta, muchos se quedaron con la idea de que servir significa estar involucrado en un ministerio formal de la iglesia.

Cómo lucía la iglesia en el primer siglo
Cuando hablamos de servir a la iglesia, tal vez pensamos en las diversas tareas de las que podemos participar en las reuniones de cada domingo, el grupo de jóvenes o el grupo de alabanza. Sin embargo, en sus orígenes, la iglesia cristiana no era —y no es— un edificio, un evento ni una lista de tareas, sino una comunidad.


En el primer siglo no existía el ministerio «formal» de niños, ni de alabanza y ¡mucho menos el audiovisual! El ministerio de misericordia era sencillamente «compart[ir] unos con otros según la necesidad de cada uno» (Hch 2:45). Los apóstoles se dedicaban a la predicación y los diáconos servían las mesas (Hch 6:1-7). Hasta ahí llegaba el ministerio «formal». 

¿Eso significaba que el resto de los creyentes no podía servir? ¡Por supuesto que no! Cada uno de ellos servía con su vida entera, compartiendo y comiendo juntos, orando y alabando a Dios en lo cotidiano.

En el libro de Hechos observamos que los primeros cristianos «día tras día continuaban unánimes en el templo y partiendo el pan en los hogares» (Hch 2:46). Ellos se reunían «formalmente» para adorar a Dios (primero en el templo judío y después en casas) y luego, andaban juntos en lo cotidiano. Servían a su prójimo en la vida ordinaria (vv. 42-47).

Esto nos ayuda a entender que el ministerio formal —la participación en una tarea específica o una actividad organizada por la congregación— no es la única manera en que los cristianos pueden servir a la iglesia.

Todos somos siervos
Nuestra misión como cristianos fue establecida claramente por nuestro Señor en la Gran Comisión: «Vayan, pues, y hagan discípulos de todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo, enseñándoles a guardar todo lo que les he mandado» (Mt 18:19-20). Esta es la tarea de todo creyente, sin importar quién sea ni de donde venga. 

Como escriben Colin Marshall y Tony Payne en su libro El enrejado y la vid, «no hay dos clases de discípulos, los comprometidos, que realmente sirven a Jesús y a su evangelio, y el resto. […] Ser discípulo es ser un hacedor de discípulos» (pp. 50-51).


Además de esta misión, las cartas del Nuevo Testamento están llenas de instrucciones sobre cómo los cristianos debemos servirnos unos a otros en amor, como por ejemplo: confesando pecados y orando juntos (Stg 5:16), siendo afectuosos y hospitalarios (Ro 12:10, 13), exhortando y animando a los demás (1 Ts 5:11, 14), llevando las cargas de los otros (Ga 6:2), entre muchas exhortaciones más.

Todos estos mandatos pueden (y deben) cumplirse en donde sea que estemos. Podemos orar unos por otros en la reunión de los miércoles, pero también podemos hacerlo cuando llevamos una comida a nuestro hermano enfermo o visitamos al que perdió su trabajo.

Podemos cantar alabanzas en el coro de la iglesia, pero también podemos hacerlo mientras arrullamos a nuestros hijos, enseñándoles el evangelio desde la cuna. Podemos escuchar el pecado confesado de un hermano en una sesión de consejería, pero también podemos hacerlo cuando salimos a tomar un café para ponernos al día.

No necesitamos un título ministerial o un puesto formal en la congregación para servirnos unos a otros. No necesitamos esperar a una reunión organizada por la iglesia para exhortarnos, amonestarnos, sostenernos, ser hospitalarios, suplir necesidades y orar por otros.

¿Dónde vas a servir tú?
Por supuesto, que no sea necesario pertenecer a un ministerio formal para servir a Dios y al prójimo no significa que no sea necesario pertenecer a la iglesia local. Esto no es una apología para los cristianos solitarios. La Escritura es clara:

Consideremos cómo estimularnos unos a otros al amor y a las buenas obras, no dejando de congregarnos, como algunos tienen por costumbre, sino exhortándonos unos a otros, y mucho más al ver que el día se acerca (Heb 10:24-25).

No todos podemos participar en organizar un servicio dominical o de oración, pero hay una infinidad de buenas obras que son necesarias para servir a nuestros hermanos en la vida cotidiana. Para conocer esas necesidades y tener oportunidades de suplirlas debes ser parte de una iglesia local.
Evalúa los recursos que tienes disponible ahora mismo. Todos somos diferentes y estamos en etapas de vida diferentes. Algunos podrán hacer mucho y otros podrán hacer poco, pero ese no es el punto. Como la viuda pobre, si lo único que tienes para ofrecer es el equivalente a dos moneditas, entrégalas de corazón (Lc 21:1-4).

Observa el lugar donde Dios te ha puesto ahora mismo, ya sea en tu hogar, la escuela o la oficina. ¿Cómo puedes servir en esos contextos? ¿Puedes invitar a alguien a almorzar y leer la Biblia juntos? ¿Puedes preparar el doble de tu comida preferida y llevársela a alguien enfermo en tu iglesia? ¿Puedes hacer un grupo de estudio bíblico en tu universidad?

¡Las posibilidades son infinitas! Tu misión es hacer discípulos. Tu tarea es amar, orar, sostener, exhortar, animar, confrontar. El lugar donde estás no debe detenerte de hacer lo que Dios te ha llamado a hacer.

Así que ve y haz discípulos, en la reunión de la iglesia y fuera de ella.


ANA ÁVILA





TE PUEDE INTERESAR

El valor del discernimiento Proverbios 2:1-11 Pastor Charles Stanley Encontacto.org

Si usted hiciera una lista de las cosas que más quiere en la vida, ¿sería un espíritu de discernimiento una de ellas? El Señor da un gran valor a este atributo, y quiere que todos lo tengamos. Si no lo tenemos, tomaremos decisiones equivocadas. El discernimiento es la capacidad de darse cuenta de lo que no es obvio o evidente. Por ejemplo, ¿puede usted señalar la diferencia entre legalismo y libertad? Dios nos llama a vivir de acuerdo con nuestras convicciones personales, pero no todas ellas son...
Ver Mas

Comentario Proverbios 2:1-9 Promesas para los que buscan sabiduría. Proverbios 2:1-9 Comentario de Matthew Henry

Vv. 1—9. Quienes buscan fervorosamente la sabiduría celestial nunca se quejarán de haber perdido su esfuerzo; la libertad del don no elimina la necesidad de nuestra diligencia, Juan vi, 27. —Buscad y hallaréis; pedid y se os dará. Obsérvese a los que así son favorecidos. Ellos son los justos, en quienes es renovada la imagen de Dios que consiste en justicia. Si dependemos de Dios y vamos en pos de la sabiduría, Él nos capacitará para guardar las sendas del juicio.
Ver Mas

Comentario Hechos 2:42-47. La piedad y el afecto de los discípulos. Hechos 2:42-47 Comentario de Matthew Henry

Vv. 42—47. En estos versículos tenemos la historia de la iglesia verdaderamente primitiva, desus primeros tiempos; su estado de verdadera infancia, pero, como aquel, su estado de mayorinocencia. Se mantuvieron cerca de las ordenanzas santas y abundaron en piedad y devoción; porqueel cristianismo, una vez que se admite en su poder, dispone el alma a la comunión con Dios en todasesas formas establecidas para que nos encontremos con Él, y en que ha prometido reunirse connosotros. —La grandeza del s...
Ver Mas

Dios nos Bendice para que Podamos Bendecir a Otros Hechos 2:44-45 RICK WARREN

“Todos los creyentes estaban juntos y tenían todo en común: vendían sus propiedades y posesiones, y compartían sus bienes entre sí según la necesidad de cada uno”. Hechos 2:44-45 (NVI)Nadie se sacrificó como la iglesia primitiva. En Hechos 2:44-45, la Biblia dice: “ Todos los creyentes estaban juntos y tenían todo en común: vendían sus propiedades y posesiones, y compartían sus bienes entre sí según la necesidad de cada uno” (NVI). Estos primeros cristianos no sólo daban su dinero. Eran generoso...
Ver Mas

No desprecies el Día de los Grupos Pequeños Hechos 2:42-47 DESIRINGGOD

Hace unos trescientos años, un tipo inusual de reunión en la iglesia se extendió por todo el mundo de habla inglesa como fuego en la maleza. Al describir estos grupos, los historiadores de la iglesia recurren al lenguaje de la novedad : uno se refiere a las reuniones como "innovaciones", otro como "una nueva propuesta eclesiológica" y otro más como "decididamente novedoso".Para algunos, los grupos parecían peligrosos, una amenaza para el orden existente en la iglesia. Pero para innumerables cris...
Ver Mas

¡Come en casa! Hechos 2:42-47 Pas. Julian Alvarez

Me gusta ver la actitud de la iglesia del primer siglo, y las enseñanzas de Pablo. allí nos dan algunas señales de como tener una iglesia saludable en estos tiempos. El pasaje de hoy nos dan 3 señales de una iglesia saludable: Sana Doctrina, Oración, y conexion. Cuando tú le das prioridad a la enseñanza de tu iglesia local, el resultado será tu crecimiento espiritual. Cuando comes en casa, no comes lo que quieres, sino lo que te conviene. La sana doctrina ...
Ver Mas

Y el Señor añadía cada día a la iglesia los que habían de ser salvos. Hechos 2:41-47 DEVOCIONAL MUJER VIRTUOSA ADG

Bienvenidas sean todas a este nuevo estudio, cuyo tema central es la oración. Hoy nos corresponde aprender de este pasaje: Hechos 2:41-47, lo que corresponde a la marca de un cristiano. No sé si a ustedes les suceda que en el diario caminar, en el intercambio constante de ideas con otros, en ese ir y venir de información, se llega a sentir una cierta incertidumbre de querer asegurarse si se está haciendo aquello que el Señor espera de uno. Es en esos momentos cuando necesitamos volver a repasar ...
Ver Mas

El discernimiento Espiritual Proverbios 2:1-7 Pastor Charles Stanley Encontacto.org

En algún momento, todos nos hemos sentido confundidos, indecisos o desorientados. Podemos vivir victoriosa y confiadamente solo cuando tenemos la capacidad de ver la vida desde la perspectiva de Dios. Necesitamos su ayuda para poder distinguir entre el bien y el mal, lo bueno y lo mejor, y la verdad y la mentira.Cada día tomamos decisiones, algunas triviales y otras importantes. El Señor no quiere que nos formemos juicios basándonos en simples apariencias o en el limitado razonamiento humano. Di...
Ver Mas

PASAJE BIBLICO

Hechos 2
2:45 y vendían sus propiedades y sus bienes, y lo repartían a todos según la necesidad de cada uno.

SIGUENOS EN REDES SOCIALES