Actividad angelical
Primero, este es un vistazo de la actividad de los ángeles en el Antiguo Testamento:
Jueces 13:3: «El ángel del Señor se le apareció a la [la futura madre de Sansón], y le dijo: “Tú eres estéril y no has tenido hijos, pero vas a concebir y a dar a luz un hijo”».
Salmo 34:7: «El ángel del Señor acampa alrededor de los que le temen, y los rescata».
Salmo 91:11: «Pues Él dará órdenes a Sus ángeles acerca de ti, para que te guarden en todos tus caminos».
Daniel 6:22: «Mi Dios envió Su ángel, que cerró la boca de los leones».
Salmo 103:20-21: «Bendigan al Señor, ustedes Sus ángeles, poderosos en fortaleza, que ejecutan Su mandato, obedeciendo la voz de Su palabra. Bendigan al Señor, ustedes todos Sus ejércitos [angelicales], que le sirven haciendo Su voluntad».
Vemos en el Antiguo Testamento que los ángeles son mensajeros de Dios; son protectores del pueblo de Dios. Hacen innumerables cosas obedientes en respuesta a la orden de Dios.
Cuando llegamos al Nuevo Testamento, este comienza con una gran ráfaga de actividad angelical en torno al nacimiento de Jesús en Mateo y Lucas (Mt 1:20-25; Lc 1:26-38; 2:8-14) y luego hay alguna actividad de parte de los ángeles durante la vida de Jesús (Mr 1:13; Lc 22:43). Más adelante, en el libro de los Hechos, los ángeles rescatan a los cristianos de la prisión dos veces (Hch 5:17-21; 12:6-11). Guían a Felipe al eunuco etíope (Hch 8:26-40), a Cornelio hasta Pedro (Hch 10: 3-8) y a Pedro hasta Cornelio (Hch 10: 9-16). Matan a Herodes (Hch 12: 21-23) y le recuerdan a Pablo que llegaría a Roma cuando él estaba en el barco (Hch 27:13-44).
La era del espíritu
Al ir a las cartas de Pablo, Santiago, Juan, Pedro y Judas, casi no hay enseñanza sobre la función de los ángeles en nuestra experiencia actual, como mensajeros, protectores o guías. Veo esto y digo: «es increíble». A mi me parece que el hecho de que todas esas cartas no tengan ninguna enseñanza sobre la experiencia actual de los ángeles en nuestras vidas, lo menos que puede significar es que no es esencial que conozcamos la enseñanza sobre los ángeles y cómo sirven a los cristianos ahora. Esa es mi conclusión.
Entonces, creo que la respuesta a la pregunta es sí, hay ángeles entre nosotros. Pueden tomar la forma de un extraño que necesita tu hospitalidad. El punto de decir eso es poner muy en alto la enorme importancia de que los cristianos seamos generosos en nuestros hogares.
Entonces, la posición del Nuevo Testamento parece ser la siguiente: los ángeles son reales. Son enviados al mundo por causa de los cristianos. Podrías hospedar a un ángel sin saberlo. Pero mucho más importante es comprender que Cristo está entre nosotros; Cristo ha prometido cuidarnos; Cristo nunca nos dejará ni nos desamparará; Cristo puede ser hospedado en la persona de un creyente. Por tanto, la vida cristiana debería estar cien veces más orientada a Cristo que a los ángeles, y es por Él, por su causa, que nuestros hogares deberían estar abiertos.
«[Señor], ¿Cuándo te vimos como extranjero y te recibimos?… El Rey les responderá: “En verdad les digo que en cuanto lo hicieron a uno de estos hermanos Míos, aun a los más pequeños, a Mí lo hicieron”» (Mateo 25:38, 40).