Comentario de Matthew Henry | Genesis 30:1-13 | 0 | 1424
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Comentario Génesis 30:1-13. Otro relato más de la familia de Jacob. - Genesis 30:1-13

Estudio Biblico

Vv. 1—13. Raquel envidiaba a su hermana: la envidia es dolerse porque el prójimo está bien; no hay
pecado que sea más odioso para Dios que ese o más dañino para nuestro prójimo y nosotros mismos.
Ella no consideró que Dios establece la diferencia y que en otras cosas ella tenía la ventaja.
Cuidadosamente estemos vigilantes contra todos las apariciones y obras de esta pasión en nuestra
mente. Que nuestro ojo no sea malo para con ninguno de nuestros consiervos porque el ojo de
nuestro Amo es bueno. —Jacob amaba a Raquel y, por tanto, la reprendió por hablar mal. Las
reprimendas fieles revelan un verdadero afecto. Dios puede ocupar el lugar de cualquier criatura en
nosotros pero es pecado y necedad poner a una criatura en el lugar de Dios y depositar en la criatura
la confianza que sólo a Él debe darse. —Jacob, convencido por Raquel, tomó a Bilha, doncella de
ella, como esposa para que, conforme a las costumbres de la época, sus hijos fueran de su señora. Si
su corazón no hubiera estado influido por las malas pasiones, Raquel hubiera pensado en los hijos de
su hermana, más cercanos a ella y con más derecho a su cariño que los de Bilha. Pero le eran más
deseables los hijos a quienes ella tenía derecho de mandar que los hijos a quienes ella tenía más
razón para amar. Como ejemplo precoz de su poder sobre estos hijos, ella se complace en darles
nombres que llevan en sí la marca de su rivalidad con su hermana. Véase lo que son las raíces de
amargura, envidia y discordia y cuánto mal hacen entre los seres queridos. —Jacob, convencido por
Lea, tomó a Zilpa, su doncella, como esposa también. Véase el poder de los celos y la rivalidad y
admírese la sabiduría del designio divino, que une a un solo hombre con una sola mujer; porque Dios
nos ha llamado a la paz y a la pureza. 

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PASAJE BIBLICO

Genesis 30
30:1 Viendo Raquel que no daba hijos a Jacob, tuvo envidia de su hermana, y decía a Jacob: Dame hijos, o si no, me muero.

30:2 Y Jacob se enojó contra Raquel, y dijo: ¿Soy yo acaso Dios, que te impidió el fruto de tu vientre?

30:3 Y ella dijo: He aquí mi sierva Bilha; llégate a ella, y dará a luz sobre mis rodillas, y yo también tendré hijos de ella.

30:4 Así le dio a Bilha su sierva por mujer; y Jacob se llegó a ella.

30:5 Y concibió Bilha, y dio a luz un hijo a Jacob.

30:6 Dijo entonces Raquel: Me juzgó Dios, y también oyó mi voz, y me dio un hijo. Por tanto llamó su nombre Dan.

30:7 Concibió otra vez Bilha la sierva de Raquel, y dio a luz un segundo hijo a Jacob.

30:8 Y dijo Raquel: Con luchas de Dios he contendido con mi hermana, y he vencido. Y llamó su nombre Neftalí.

30:9 Viendo, pues, Lea, que había dejado de dar a luz, tomó a Zilpa su sierva, y la dio a Jacob por mujer.

30:10 Y Zilpa sierva de Lea dio a luz un hijo a Jacob.

30:11 Y dijo Lea: Vino la ventura; y llamó su nombre Gad.

30:12 Luego Zilpa la sierva de Lea dio a luz otro hijo a Jacob.

30:13 Y dijo Lea: Para dicha mía; porque las mujeres me dirán dichosa; y llamó su nombre Aser.

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