Estudio Biblico
Estamos hablando de los nombres en como Dios se da a conocer a su pueblo, por medio de los cuales revela parte de su carácter. En esta oportunidad Dios se da a conocer como Jehová-roi que significa el Dios que me ve. Por lo tanto, no existe ninguna circunstancia en tú vida que escape de su conocimiento y de sus cuidados paternales. Dios nos conoce pero también conoce nuestros problemas.
El pasaje de hoy nos relata la historia de una mujer atribulada. Pese a que Sarai fue la que planeó que Agar tuviera un hijo de Abram, luego culpó a Abram por las consecuencias. Esto ocasionó que Sarai descargara su ira contra Agar. El trato fue tan cruel que provocó que Agar huyera. Agar estaba huyendo de su ama y de su problema.
Estando en el desierto El ángel del Señor le apareció y le aconsejó: (1) que regresara y enfrentara a Sarai, la causa de su problema, y (2) que se sujetara a ella. Vs 9. Y allí le prometió que iba a concebir un hijo el cual se llamaría Ismael. Fue en esa situación donde Agar tuvo una revelación del nombre de Dios que hoy nos compete Jehová-Roi.
En ocasiones sentimos que Dios está ajeno o ignora los desiertos que tenemos que pasar en nuestra vida. O solemos pensar que a Dios no le interesa mi situación o que esta demasiadamente ocupado como para atender mi necesidad.
Sin embargo, aunque te encuentres en los lugares y en las situaciones más inhóspitas de tú vida, Dios ve todo lo que estás viviendo. Ten la seguridad que así como guió a esa mujer, el Espíritu de Dios también te va a dirigir en tus temporadas de desierto y allí te dará promesas que te sacarán de ese lugar.
Para reflexionar: ¿Qué crees que te está enseñando Dios con esa situación de desierto?, ¿porque no vuelves a sujetarte a Dios y a tus autoridades, en lugar de revelarte contra ellas?
Te animo a que si estás pasando por un desierto alabes a Dios con todo tú corazón con este canto. http://bit.ly/29W9dXC
16:2 Dijo entonces Sarai a Abram: Ya ves que Jehová me ha hecho estéril; te ruego, pues, que te llegues a mi sierva; quizá tendré hijos de ella. Y atendió Abram al ruego de Sarai.
16:3 Y Sarai mujer de Abram tomó a Agar su sierva egipcia, al cabo de diez años que había habitado Abram en la tierra de Canaán, y la dio por mujer a Abram su marido.
16:4 Y él se llegó a Agar, la cual concibió; y cuando vio que había concebido, miraba con desprecio a su señora.
16:5 Entonces Sarai dijo a Abram: Mi afrenta sea sobre ti; yo te di mi sierva por mujer, y viéndose encinta, me mira con desprecio; juzgue Jehová entre tú y yo.
16:6 Y respondió Abram a Sarai: He aquí, tu sierva está en tu mano; haz con ella lo que bien te parezca. Y como Sarai la afligía, ella huyó de su presencia.
16:7 Y la halló el ángel de Jehová junto a una fuente de agua en el desierto, junto a la fuente que está en el camino de Shur.
16:8 Y le dijo: Agar, sierva de Sarai, ¿de dónde vienes tú, y a dónde vas? Y ella respondió: Huyo de delante de Sarai mi señora.
16:9 Y le dijo el ángel de Jehová: Vuélvete a tu señora, y ponte sumisa bajo su mano.
16:10 Le dijo también el ángel de Jehová: Multiplicaré tanto tu descendencia, que no podrá ser contada a causa de la multitud.
16:11 Además le dijo el ángel de Jehová: He aquí que has concebido, y darás a luz un hijo, y llamarás su nombre Ismael, porque Jehová ha oído tu aflicción.
16:12 Y él será hombre fiero; su mano será contra todos, y la mano de todos contra él, y delante de todos sus hermanos habitará.
16:13 Entonces llamó el nombre de Jehová que con ella hablaba: Tú eres Dios que ve; porque dijo: ¿No he visto también aquí al que me ve?
16:14 Por lo cual llamó al pozo: Pozo del Viviente-que-me-ve. He aquí está entre Cades y Bered.
16:15 Y Agar dio a luz un hijo a Abram, y llamó Abram el nombre del hijo que le dio Agar, Ismael.
16:16 Era Abram de edad de ochenta y seis años, cuando Agar dio a luz a Ismael.