Estudio Biblico
Al igual que un boomerang, los sentimientos que nosotros ponemos en movimiento hacia otros, ya sea con el pensamiento o con las acciones tarde o temprano vuelven sobre nosotros mismos. Gálatas 6: 7 NTV: “No se dejen engañar: Nadie puede burlarse de la justicia de Dios. Siempre se cosecha lo que se siembra.”
Es decir, Si siembras venganza ¿Que vas a cosechar? Que el mismo mal que le hicimos a otros se nos va a devolver. Por eso más adelante nos dice: 6: 9 NTV: “Así que no nos cansemos de hacer el bien. A su debido tiempo, cosecharemos numerosas bendiciones si no nos damos por vencidos.”
No dejes de ser quien eres solamente porque otros te han hecho mal o te han pagado mal. Si eres servicial, amable, no vale la pena dejar de serlo solamente porque uno no te correspondió. Hay miles de personas que te lo van a agradecer.
Cuenta una leyenda india que un hombre transportaba agua todos los días a su aldea usando dos grandes vasijas, sujetas en las extremidades de un pedazo de madera que colocaba atravesado sobre sus espaldas. Una de las vasijas era más vieja que la otra, y tenía pequeñas rajaduras; cada vez que el hombre recorría el camino hasta su casa, la mitad del agua se perdía.
Durante dos años el hombre hizo el mismo trayecto. La vasija más joven estaba siempre muy orgullosa de su desempeño, y tenía la seguridad de que estaba a la altura de la misión para la cual había sido creada, mientras que la otra se moría de vergüenza por cumplir apenas la mitad de su tarea, aun sabiendo que aquellas rajaduras eran el fruto de mucho tiempo de trabajo.
Estaba tan avergonzada que un día, mientras el hombre se preparaba para sacar agua del pozo, decidió hablar con él: Quiero pedirte disculpas ya que, debido a mi largo uso, sólo consigues entregar la mitad de mi carga, y saciar la mitad de la sed que espera en tu casa.
El hombre sonrió y le dijo: Cuando regresemos, por favor observa cuidadosamente el camino. Así lo hizo. Y la vasija notó que, por el lado donde ella iba, crecían muchas flores y plantas. ¿Ves cómo la naturaleza es más bella en el lado que tú recorres? comentó el hombre. Siempre supe que tú tenías rajaduras, y resolví aprovechar este hecho. Sembré hortalizas, flores y legumbres, y tú las has regado siempre. Ya recogí muchas rosas para adornar mi casa, alimenté a mis hijos con lechuga, col y cebollas. Si tú no fueras como eres, ¿cómo podría haberlo hecho?
Esta vasija tenía una cualidad que a la vista no era positiva ni agradable, era una herida, sin embargo produjo buenos resultados porque se mantuvo en la humildad y el perdón. Así mismo las heridas nos van a mantener por la senda de la humildad y del perdón y nos van a permitir vivir en paz.
Este fue el ejemplo que nos dio Jesús 1 Pedro 2: 21-23 NTV: “Pues Dios los llamó a hacer lo bueno, aunque eso signifique que tengan que sufrir, tal como Cristo sufrió por ustedes. Él es su ejemplo, y deben seguir sus pasos. 22Él nunca pecó y jamás engañó a nadie. 23No respondía cuando lo insultaban ni amenazaba con vengarse cuando sufría. Dejaba su causa en manos de Dios, quien siempre juzga con justicia.”
En la vida van a ver situaciones que propicien aplicar lo que creemos y enseñamos.