Estudio Biblico
Sirvan de buena gana, como quien sirve al Señor”. Efesios 6.7 (NVI)
Después de la fidelidad y la intimidad sexual, investigaciones apuntan a los quehaceres del hogar en el tercer lugar dentro de las cosas más importantes para una relación, sin embargo, este ha sido la fuente de muchas insatisfacciones en los hogares, la sobrecarga de uno de los miembros del hogar es el detonante de muchas discusiones. Aunque servir y amar puede aparecer de forma natural al inicio del matrimonio, no es extraño que, conforme avance el tiempo, ambos cónyuges pierdan el gusto y el disfrute de servirse mutuamente.
Las familias modernas enfrentan algunos retos de los que debemos ser conscientes entre ellos tenemos que el ritmo de vida es mas acelerado, porque ahora todos trabajamos, el tráfico es más complicado y las filas en el supermercado son más largas; Papá y mamá están fuera de casa, significa un mayor nivel de estrés y ocupación, y requiere un gran nivel de tolerancia y por último, la dinámica del hogar requiere tiempo y cuidado para que nos sintamos amados.
Aunque las realidades se han modificado un poco con el paso de las décadas, las necesidades son las mismas, principalmente “amar y ser amados” y el amor se expresa invirtiendo tiempo. El trabajo en equipo se vive mejor cuando decidimos servirnos uno al otro en cuanto a los roles matrimoniales, las responsabilidades del hogar y el proceso para la toma de decisiones en pareja, que son las tres áreas principales del trabajo en equipo.
Para mejorar el valor del trabajo en equipo en su familia, genere la corresponsabilidad en el hogar, es decir el involucramiento de todos los miembros de la familia con los quehaceres de la casa, compartimos juntos los beneficios, los privilegios, pero también los oficios y responsabilidades. No es lo mismo una pareja sin hijos a una con hijos pequeños, sus responsabilidades demandan más tolerancia y cooperación, pero en general las responsabilidades de la casa son principalmente 4: las tareas de limpieza y reparación, el cuidado de niños o personas mayores, provisión
y buena administración; y el cuidado emocional, es decir valorarnos y motivarnos mutuamente.
Cuando los oficios son compartidos en el hogar como resultado tendremos más tiempo para compartir, tiempos de esparcimiento, mayor disfrute de la pareja, mejor formación de hábitos para los hijos, desarrollo de autonomía, y mejores relaciones familiares.
Los oficios de la casa no están diseñados por géneros pero si debemos tener en cuenta los riesgos según las edades, es decir, cualquier miembro de la familia debe llegar a tener la capacidad de barrer, lavar el baño, recoger el plato después de comer, poner un clavo en la pared, cambiar un bombillo, lavar el auto, preparar un refrigerio, transportar a otro miembro de la familia, comprar en el supermercado …etc.
El amor se manifiesta a través del servicio, recordemos cuando Jesús lavo los pies de sus discípulos Juan 13:14 Pues si yo, el Señor y el Maestro, he lavado vuestros pies, vosotros también debéis lavaros los pies los unos a los otros, ese es el llamado para todas las familias.