JUAN SÁNCHEZ
Todos los predicadores compartimos la misma tarea: equipar a la iglesia mediante la predicación de la Palabra para que nuestros miembros se amen y sirvan unos a otros (y a los demás) durante toda la semana (Ef 4:11-16). Para cumplir esta tarea con fidelidad, debemos hacer una serie de preguntas sobre cada pasaje que predicamos.
Entonces, quizá la pregunta más importante no sea: «¿Cuánto tiempo debo dedicar a preparar mi sermón?». La pregunta más importante es: «¿Cuánto tiempo me llevará trabajar en el proceso de responder a todas las preguntas que tengo de este pasaje?».
Déjame explicarte las seis preguntas principales que me hago de cada pasaje que estoy preparando para predicar. (Puedes encontrar una hoja de trabajo para la preparación del sermón con estas preguntas en el sitio web de Simeon Trust).
1. ¿Cómo ha organizado el autor este pasaje?
Cada pasaje tiene una estructura que revela el énfasis del autor. Queremos predicar el énfasis del autor, no el nuestro. Para hacerlo con fidelidad, debemos discernir cómo el autor ha organizado el texto y permitir que esa estructura dé forma al énfasis y la estructura del sermón.
A lo largo de la semana, leo el texto de forma devocional cada mañana, orando por la guía del Espíritu. Pero mi preparación del sermón comienza oficialmente cuando me siento a discernir la estructura del pasaje. Como cada tipo de texto tiene sus propias estrategias para discernir la estructura, primero hay que identificar el tipo de texto que se está estudiando. Cuando se trabaja con cartas del Nuevo Testamento, por ejemplo, la gramática, el análisis del discurso, las palabras clave, las palabras repetidas, las palabras de transición (así que, y, pero, por lo tanto, así), los verbos, los quiasmos y otros elementos revelan la estructura del texto.
Cuando se predica a través de una narración, las herramientas de la gramática y el análisis del discurso pueden ser útiles, pero, en general, habrá que tener en cuenta la trama (escenario, conflicto, clímax, resolución), los personajes, los cambios de escena, la voz (primera persona, segunda persona), el tiempo (presente, pasado, futuro). Cuando se predica a través de la poesía, por ejemplo los Salmos, o gran parte de la literatura profética, es necesario tener en cuenta la gramática, por supuesto, pero también los cambios de escena, el tiempo y la voz, junto con el paralelismo, las estrofas, las comparaciones y los contrastes.
Hay que reconocer que es un trabajo duro y, a veces, largo y tedioso. Pero es el trabajo más importante de la preparación del sermón, ya que la estructura revelará el énfasis del autor. Si vamos a predicar el énfasis del pasaje, queremos hacerlo bien. Sin duda, a medida que avanzamos en el proceso de preparación, otras preguntas pueden arrojar luz sobre la estructura del texto. No pienses en esto como un proceso lineal; se trata de una espiral hermenéutica. Cada pregunta ayuda a arrojar luz sobre las respuestas a las otras preguntas.
2. ¿Cómo influye el contexto en el significado de este pasaje?
Después de discernir la estructura, también quiero ver qué luz arrojan los distintos contextos sobre mi pasaje. El contexto literario inmediato (el pasaje anterior y posterior) me ayuda a situar mi pasaje concreto en el desarrollo de la narración del libro. Quiero entender en qué punto del argumento del autor me encuentro. Por supuesto, podemos seguir saliendo de nuestro pasaje inmediato para entender cómo funciona en todo el libro. Cuanto más sepamos sobre el libro que estamos exponiendo, mejor predicaremos cualquier pasaje.
El contexto histórico también suele arrojar luz sobre nuestro texto. Cuando no podemos obtener el contexto histórico a partir de la Escritura misma, podemos recurrir a diccionarios bíblicos, atlas, enciclopedias y comentarios en busca de ayuda.
Además, queremos entender qué luz arrojan otros textos bíblicos sobre nuestro pasaje. ¿Se cita nuestro pasaje en otro lugar? ¿Trata el autor el mismo tema en otros lugares? ¿Cómo se desarrolla el tema que el autor trata aquí a lo largo de la Escritura?
Por supuesto, también podemos preguntarnos: ¿Cómo lo aplicaron los autores bíblicos a su audiencia original? El contexto nos protege de extraer los textos de su entorno original y nos permite aplicar mejor la Biblia a nuestra audiencia actual.
3. ¿Cuál es el punto principal del autor?
El objetivo de leer el pasaje de forma devocional cada día, discernir la estructura del autor y situar el pasaje en su contexto original es entender el punto principal del autor, el cual se convierte en el enfoque principal de nuestro sermón.
Quiero identificar en una frase el punto principal que el autor original está diciendo. Además, quiero exponerlo de la manera más clara y específica posible en el contexto de los oyentes originales. Después de identificar el punto original del texto, reflexiono sobre qué luz arroja Cristo sobre mi pasaje.
4. ¿Qué conexiones del evangelio en mi pasaje apuntan a Cristo?
Los predicadores cristianos debemos predicar sermones cristianos. Esto puede parecer obvio, pero es posible predicar un sermón desde la Biblia que no sea exclusivamente cristiano. Debemos conectar legítimamente nuestro pasaje con el evangelio para predicar un sermón cristiano. Para ello, tendremos que anotar cualquier referencia cruzada al testamento opuesto al que estamos predicando. Vamos a querer desarrollar un buen sentido de la teología bíblica.
Otras estrategias que ayudan son considerar el cumplimiento de las promesas, los temas teológicos, la tipología y la teología sistemática. Una vez más, nos preguntamos qué luz arroja Cristo (Su vida, muerte, resurrección, exaltación, regreso) sobre mi pasaje y cuál es la conexión más fuerte con Jesús desde la que puedo predicar naturalmente el evangelio.
5. ¿Cuál es el argumento principal de mi sermón a partir de este pasaje?
Todavía no estoy preparado para escribir mi sermón. En este momento, quiero exponer el argumento principal que expondré a partir del texto estudiado. Quiero predicar el argumento principal del autor, pero quiero decirlo en un lenguaje «nosotros/hoy». Por lo tanto, trataré de reafirmar el punto principal del autor, a la luz de Cristo, en el lenguaje de aplicación a mi audiencia, todo en una frase breve. Ahora estoy listo para escribir el sermón.
6. ¿Cuál es la estructura de mi sermón a partir de este pasaje?
Quiero que el bosquejo de mi sermón refleje la estructura del autor original, pero que se exprese en el lenguaje de mi audiencia. Los puntos de mi sermón servirán para mi argumento principal. Esta brevedad ayudará a proporcionar claridad.
A menudo, los que nos centramos en la comprensión del texto no dedicamos mucho tiempo a comunicarlo con claridad. Quiero asegurarme de que tengo suficiente tiempo para pensar cuidadosamente en la aplicación, conectándola lo más estrechamente posible con mi argumento principal y los puntos del sermón. El pasaje también debe dar forma a mi aplicación.
El tiempo que sea necesario
Espero que puedas ver por qué sostengo que la pregunta más importante no es: «¿Cuánto tiempo debo tardar en preparar un sermón?». Lo mejor es preguntarse: «¿Cuánto tiempo me llevará responder a todas las preguntas que tengo sobre este texto para poder predicarlo fielmente?»
De nuevo, la respuesta es: el tiempo que sea necesario.