Comentario de Matthew Henry | Deuteronomio 28:15-44 | 0 | 3874
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Comentario Deuteronomio 28:15-44. Las maldiciones de la desobediencia. - Deuteronomio 28:15-44

Estudio Biblico

Vv. 15—44. Si no guardamos los mandamientos de Dios no sólo quedamos destituidos de la
bendición prometida, sino que nos ponemos bajo la maldición que abarca toda miseria, así como la
bendición comprende toda bienaventuranza. Obsérvese la justicia de esta maldición. No es una
maldición sin causa, o por una causa leve. La extensión y poder de esta maldición. Doquiera vaya el
pecador, la maldición de Dios le sigue; doquiera esté, ella descansa sobre él. Todo lo que tiene está
bajo maldición. Todas sus alegrías son amargas; no puede hallar verdadero consuelo, pues la ira de
Dios está mezclada con ellas. Aquí se pronuncian muchos juicios, que serán los frutos de la
maldición, con los cuales Dios castigará al pueblo judío por su apostasía y desobediencia. Podemos
observar el cumplimiento de estas amenazas en el estado presente de ese pueblo. Para completar su
miseria, las tribulaciones amenazan con despojarlos de todo consuelo y esperanza, abandonados a
una completa desesperación. Los que andan por vista y no por fe, corren el peligro de perder la razón
misma cuando todo a su alrededor se presenta espantoso.

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PASAJE BIBLICO

Deuteronomio 28
28:15 Pero acontecerá, si no oyeres la voz de Jehová tu Dios, para procurar cumplir todos sus mandamientos y sus estatutos que yo te intimo hoy, que vendrán sobre ti todas estas maldiciones, y te alcanzarán.

28:16 Maldito serás tú en la ciudad, y maldito en el campo.

28:17 Maldita tu canasta, y tu artesa de amasar.

28:18 Maldito el fruto de tu vientre, el fruto de tu tierra, la cría de tus vacas, y los rebaños de tus ovejas.

28:19 Maldito serás en tu entrar, y maldito en tu salir.

28:20 Y Jehová enviará contra ti la maldición, quebranto y asombro en todo cuanto pusieres mano e hicieres, hasta que seas destruido, y perezcas pronto a causa de la maldad de tus obras por las cuales me habrás dejado.

28:21 Jehová traerá sobre ti mortandad, hasta que te consuma de la tierra a la cual entras para tomar posesión de ella.

28:22 Jehová te herirá de tisis, de fiebre, de inflamación y de ardor, con sequía, con calamidad repentina y con añublo; y te perseguirán hasta que perezcas.

28:23 Y los cielos que están sobre tu cabeza serán de bronce, y la tierra que está debajo de ti, de hierro.

28:24 Dará Jehová por lluvia a tu tierra polvo y ceniza; de los cielos descenderán sobre ti hasta que perezcas.

28:25 Jehová te entregará derrotado delante de tus enemigos; por un camino saldrás contra ellos, y por siete caminos huirás delante de ellos; y serás vejado por todos los reinos de la tierra.

28:26 Y tus cadáveres servirán de comida a toda ave del cielo y fiera de la tierra, y no habrá quien las espante.

28:27 Jehová te herirá con la úlcera de Egipto, con tumores, con sarna, y con comezón de que no puedas ser curado.

28:28 Jehová te herirá con locura, ceguera y turbación de espíritu;

28:29 y palparás a mediodía como palpa el ciego en la oscuridad, y no serás prosperado en tus caminos; y no serás sino oprimido y robado todos los días, y no habrá quien te salve.

28:30 Te desposarás con mujer, y otro varón dormirá con ella; edificarás casa, y no habitarás en ella; plantarás viña, y no la disfrutarás.

28:31 Tu buey será matado delante de tus ojos, y tú no comerás de él; tu asno será arrebatado de delante de ti, y no te será devuelto; tus ovejas serán dadas a tus enemigos, y no tendrás quien te las rescate.

28:32 Tus hijos y tus hijas serán entregados a otro pueblo, y tus ojos lo verán, y desfallecerán por ellos todo el día; y no habrá fuerza en tu mano.

28:33 El fruto de tu tierra y de todo tu trabajo comerá pueblo que no conociste; y no serás sino oprimido y quebrantado todos los días.

28:34 Y enloquecerás a causa de lo que verás con tus ojos.

28:35 Te herirá Jehová con maligna pústula en las rodillas y en las piernas, desde la planta de tu pie hasta tu coronilla, sin que puedas ser curado.

28:36 Jehová te llevará a ti, y al rey que hubieres puesto sobre ti, a nación que no conociste ni tú ni tus padres; y allá servirás a dioses ajenos, al palo y a la piedra.

28:37 Y serás motivo de horror, y servirás de refrán y de burla a todos los pueblos a los cuales te llevará Jehová.

28:38 Sacarás mucha semilla al campo, y recogerás poco, porque la langosta lo consumirá.

28:39 Plantarás viñas y labrarás, pero no beberás vino, ni recogerás uvas, porque el gusano se las comerá.

28:40 Tendrás olivos en todo tu territorio, mas no te ungirás con el aceite, porque tu aceituna se caerá.

28:41 Hijos e hijas engendrarás, y no serán para ti, porque irán en cautiverio.

28:42 Toda tu arboleda y el fruto de tu tierra serán consumidos por la langosta.

28:43 El extranjero que estará en medio de ti se elevará sobre ti muy alto, y tú descenderás muy abajo.

28:44 El te prestará a ti, y tú no le prestarás a él; él será por cabeza, y tú serás por cola.

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