Comentario de Matthew Henry | Deuteronomio 2:24-37 | 0 | 1411
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Comentario Deuteronomio 2:24-37. Destrucción de los amorreos. - Deuteronomio 2:24-37

Estudio Biblico

Vv. 24—37. Dios prueba a su pueblo prohibiéndoles entrometerse con los ricos países de Moab
y Amón. Les da la tierra de los amorreos como posesión. Si nosotros nos abstenemos de los que Dios
prohíbe, no perderemos por obedecer. De Jehová es la tierra y su plenitud; Él la da a quien le place;
pero cuando no hay una expresión directa, nadie puede rogar que Él conceda esos bienes. —Aunque
Dios asegura a los israelitas que la tierra será de ellos, no obstante tienen que contender con el
enemigo. Debemos esforzarnos para obtener lo que Dios nos da. ¡Qué mundo nuevo era aquel al que
ahora entra Israel! De mayor gozo será el cambio que las almas santas experimentarán cuando pasen
del desierto de este mundo a la patria mejor, esto es, la celestial, a la ciudad que tiene fundamentos.
Que al reflexionar en los tratos de Dios con Israel, su pueblo, seamos guiados a meditar en los años
de nuestra vanidad, a causa de nuestras transgresiones. Pero bienaventurados los que Jesús ha librado
de la ira venidera; a quien haya dado el fervor de su Espíritu en su corazón. Su herencia no la pueden
afectar las revoluciones de los reinos, ni los cambios de las posesiones terr

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PASAJE BIBLICO

Deuteronomio 2
2:24 Levantaos, salid, y pasad el arroyo de Arnón; he aquí he entregado en tu mano a Sehón rey de Hesbón, amorreo, y a su tierra; comienza a tomar posesión de ella, y entra en guerra con él.

2:25 Hoy comenzaré a poner tu temor y tu espanto sobre los pueblos debajo de todo el cielo, los cuales oirán tu fama, y temblarán y se angustiarán delante de ti.

2:26 Y envié mensajeros desde el desierto de Cademot a Sehón rey de Hesbón con palabras de paz, diciendo:

2:27 Pasaré por tu tierra por el camino; por el camino iré, sin apartarme ni a diestra ni a siniestra.

2:28 La comida me venderás por dinero, y comeré; el agua también me darás por dinero, y beberé; solamente pasaré a pie,

2:29 como lo hicieron conmigo los hijos de Esaú que habitaban en Seir, y los moabitas que habitaban en Ar; hasta que cruce el Jordán a la tierra que nos da Jehová nuestro Dios.

2:30 Mas Sehón rey de Hesbón no quiso que pasásemos por el territorio suyo; porque Jehová tu Dios había endurecido su espíritu, y obstinado su corazón para entregarlo en tu mano, como hasta hoy.

2:31 Y me dijo Jehová: He aquí yo he comenzado a entregar delante de ti a Sehón y a su tierra; comienza a tomar posesión de ella para que la heredes.

2:32 Y nos salió Sehón al encuentro, él y todo su pueblo, para pelear en Jahaza.

2:33 Mas Jehová nuestro Dios lo entregó delante de nosotros; y lo derrotamos a él y a sus hijos, y a todo su pueblo.

2:34 Tomamos entonces todas sus ciudades, y destruimos todas las ciudades, hombres, mujeres y niños; no dejamos ninguno.

2:35 Solamente tomamos para nosotros los ganados, y los despojos de las ciudades que habíamos tomado.

2:36 Desde Aroer, que está junto a la ribera del arroyo de Arnón, y la ciudad que está en el valle, hasta Galaad, no hubo ciudad que escapase de nosotros; todas las entregó Jehová nuestro Dios en nuestro poder.

2:37 Solamente a la tierra de los hijos de Amón no llegamos; ni a todo lo que está a la orilla del arroyo de Jaboc ni a las ciudades del monte, ni a lugar alguno que Jehová nuestro Dios había prohibido.

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