Estudio Biblico
El problema financiero más inmediato que la mayoría de personas enfrenta es la presión de sus acreedores. Esto contrae problemas emocionales a la mayoría de las familias ocasionando un impacto negativo en el núcleo familiar.
Una encuesta reciente encontró que cerca del 90% de las parejas que se divorcian apuntan al aspecto financiero como uno de los más importantes en el desarrollo del conflicto.
El pasaje de hoy nos explica la ley de la remisión. Que consistía en que al final del año séptimo, todos aquellos a quienes les adeudaban dinero tenían que anular las deudas. Nadie podía exigir el pago de las deudas porque había llegado el año de la liberación de las deudas.
¿Por qué Dios creó esta ley? En el Vs 4 dice: no deberá haber pobres en medio de ti. Dios necesitaba encontrar nuevamente un balance entre su pueblo. Pues las deudas excesivas era algo que los estaba conduciendo a la pobreza.
Una deuda se define como dinero o propiedad que una persona esta obligada a pagarle a otra. Las deudas incluyen: dineros que se deben por tarjetas de crédito, préstamos a bancos y a particulares, facturas vencidas, etc.
La mayoría de creyentes en Jesucristo tienen algún tipo de deuda, aun sabiendo que la Palabra de Dios dice: no debas a nadie nada. Romanos 13: 8.
Ahora, en algún momento de la vida tendrás que incurrir en algún tipo de deuda. Pero si lo haces, hazlo en algo que te represente una inversión y no en un gasto. Pero el problema con las deudas es que nadie por voluntad propia decide entrar en deudas. Sino que ocurren ciertos eventos en nuestra vida que nos llevan a endeudarnos porque creemos que no hay más opción. Además, las deudas tienen un efecto bola de nieve que se comienza generalmente con una pero con el tiempo ya se vuelven incontrolables. Es aquí donde perdemos el balance y esto sí que nos lleva a la pobreza perdiéndo todo lo que Dios nos ha dado.
Cree que Dios sigue haciendo milagros, tal y como lo hizo con aquella viuda endeudada que no tenía más que un poco de aceite. Dios puede traer un tiempo de liberación de deudas para tu vida, si tú lo crees.
Para reflexionar: Si Dios hiciera un milagro en tú área financiera, ¿Podrías prometerle que serás buen mayordomo del dinero?
15:2 Y esta es la manera de la remisión: perdonará a su deudor todo aquel que hizo empréstito de su mano, con el cual obligó a su prójimo; no lo demandará más a su prójimo, o a su hermano, porque es pregonada la remisión de Jehová.
15:3 Del extranjero demandarás el reintegro; pero lo que tu hermano tuviere tuyo, lo perdonará tu mano,
15:4 para que así no haya en medio de ti mendigo; porque Jehová te bendecirá con abundancia en la tierra que Jehová tu Dios te da por heredad para que la tomes en posesión,
15:5 si escuchares fielmente la voz de Jehová tu Dios, para guardar y cumplir todos estos mandamientos que yo te ordeno hoy.
15:6 Ya que Jehová tu Dios te habrá bendecido, como te ha dicho, prestarás entonces a muchas naciones, mas tú no tomarás prestado; tendrás dominio sobre muchas naciones, pero sobre ti no tendrán dominio.
15:7 Cuando haya en medio de ti menesteroso de alguno de tus hermanos en alguna de tus ciudades, en la tierra que Jehová tu Dios te da, no endurecerás tu corazón, ni cerrarás tu mano contra tu hermano pobre,
15:8 sino abrirás a él tu mano liberalmente, y en efecto le prestarás lo que necesite.
15:9 Guárdate de tener en tu corazón pensamiento perverso, diciendo: Cerca está el año séptimo, el de la remisión, y mires con malos ojos a tu hermano menesteroso para no darle; porque él podrá clamar contra ti a Jehová, y se te contará por pecado.
15:10 Sin falta le darás, y no serás de mezquino corazón cuando le des; porque por ello te bendecirá Jehová tu Dios en todos tus hechos, y en todo lo que emprendas.
15:11 Porque no faltarán menesterosos en medio de la tierra; por eso yo te mando, diciendo: Abrirás tu mano a tu hermano, al pobre y al menesteroso en tu tierra.