La mano de Dios - 2 Reyes 3:17-18

2 Reyes 3:17–18, NVI

No verás viento ni lluvia, pero este valle se llenará de agua... Esto es cosa fácil a los ojos del SEÑOR; él también entregará a Moab en tus manos.

Habiendo viajado por el desierto en su camino a la batalla, los ejércitos de Judá e Israel se quedaron sin agua por completo y temieron estar condenados. Pero el profeta Eliseo les dijo que el valle seco se llenaría de agua en abundancia aunque no lloviera. Eso parecía imposible, pero a la mañana siguiente, de repente, el agua comenzó a fluir hacia el valle desde una fuente desconocida.

Usted puede estar en un valle que está seco hoy. Parece permanente, pero no tienes que averiguar cómo Dios te va a llevar a la abundancia. Puede que no parezca posible. Esta bien. El valle no detiene a nuestro Dios. Pensamos natural, pero Dios es sobrenatural. Él no está limitado por lo que no tienes. Él sabe cómo darle la vuelta a tu situación. Su favor puede abrir una puerta que no podía abrirse. Puede sanar sin un tratamiento. Dios trae agua sin lluvia. Él controla el grifo. Prepararse. No va a ser ordinario. No hay explicación. Va a ser la mano de Dios.