La vida según la biblia tiene varios enfoques, que tienen algo en común, nada es mío y no tengo las capacidades para valerme por mi mismo sin la intervención divina, cuando abrazamos estas verdades podemos mantenernos en el propósito de crecer y madurar en la fe, y nuestras expresiones estarán impregnadas de esta visión, desde lo más aparentemente superficial como nuestra manera de hablar, de vestirnos, hasta lo mas profundo de nuestro ser como nuestras relaciones, nuestras decisiones y por supuesto las prioridades.
Sentirse observado y evaluado es la constante de un cristiano, y como hijos de Dios buscamos intensamente la aprobación de Dios, para ello somos sometidos a pruebas, sufrimiento, derrotas, abundancia, largas esperas y silencios intencionales aguardando la respuesta de una oración, lutos, logros, injusticias, enfermedades, halagos , escasez , éxito, tragedias, entre otros, todos tienen un objetivo en común, cumplir el propósito que Dios diseñó en particular para cada individuo, por eso prueba una y otra vez nuestra fe, carácter, obediencia, amor, integridad , esperanza y lealtad.
Con lo anterior en mente, podríamos decir que hasta el más mínimo detalle de nuestra vida es importante, y será evaluado, dentro de ello el uso del tiempo, del dinero, el trato con nuestros seres queridos pero también con desconocidos, el uso de los recursos naturales y conservación de la creación, y cada vez que aprobamos exitosamente una prueba tu espíritu lo confirma y en lo eterno Dios lo registra para recompensarte.
1 Corintios 4:7 Todo lo que tienen, lo han recibido de Dios. Y si todo se lo deben a él, ¿por qué presumen, como si ustedes solos lo hubieran conseguido? Dios nos capacita con muchas habilidades para que trabajemos, y llevemos provisión a nuestros hogares y también para que las pongamos al servicio de otros con excelencia, todo cuanto tenemos o podemos hacer es por y para su gloria.
Alcanzada por su gracia
Sharon Sáenz.