Estudio Biblico
Muchos de nosotros hemos perdido la relevancia que tiene la Cena del Señor. Pero debemos recordar que es una de las dos ordenanzas Cristianas: el bautismo y la Santa Cena. En el texto de hoy Pablo les escribe molesto “no os alabo…” al ver que los corintios no estaban comportándose como es debido en su observancia de la Cena del Señor.
¿Qué había de malo?
Prácticamente, todo estaba mal, porque los Corintios habían cambiado la sencilla comida “conmemorativa” y la habían vuelto en una fiesta de glotonería y borrachera. En lugar de conmemorarla en un ambiente de unidad y convivencia. Era un tiempo de división, peleas, etc. La Cena del Señor había llegado a ser todo lo que no debería ser.
¿Que estaba mal en ellos?
No discernían el cuerpo del Señor. ¿Qué significa esto?, ¿Qué es el cuerpo del Señor?, ¿es una organización? O ¿un creyente individual? ¡NO! El cuerpo del Señor somos todos los creyentes, sin distinción de raza, nacionalidad, o denominación. Es por medio de la Cena del Señor que somos un solo cuerpo en Cristo. La Cena del Señor trae Unidad.
Pablo les dice que por esta causa es que muchos están desnutridos espiritualmente, débiles en la fe y enfermos y otros duermen. (un letardo espiritual). vs 30. De modo que comer la Cena del Señor es una cosa muy seria, no deberíamos tomarla livianamente, como algo más. debemos hacer 3 cosas cuando la tomamos:
1. Deberíamos recordar. Su muerte y derramamiento de su sangre.
2. Deberíamos esperar. Cristo vendrá nuevamente por nosotros.
3. Examinarnos a nosotros mismos y reconocer que él nos ha hecho dignos y podemos celebrarla y ser parte del cuerpo de Cristo.
11:18 Pues en primer lugar, cuando os reunís como iglesia, oigo que hay entre vosotros divisiones; y en parte lo creo.
11:19 Porque es preciso que entre vosotros haya disensiones, para que se hagan manifiestos entre vosotros los que son aprobados.
11:20 Cuando, pues, os reunís vosotros, esto no es comer la cena del Señor.
11:21 Porque al comer, cada uno se adelanta a tomar su propia cena; y uno tiene hambre, y otro se embriaga.
11:22 Pues qué, ¿no tenéis casas en que comáis y bebáis? ¿O menospreciáis la iglesia de Dios, y avergonzáis a los que no tienen nada? ¿Qué os diré? ¿Os alabaré? En esto no os alabo.
11:23 Porque yo recibí del Señor lo que también os he enseñado: Que el Señor Jesús, la noche que fue entregado, tomó pan;
11:24 y habiendo dado gracias, lo partió, y dijo: Tomad, comed; esto es mi cuerpo que por vosotros es partido; haced esto en memoria de mí.
11:25 Asimismo tomó también la copa, después de haber cenado, diciendo: Esta copa es el nuevo pacto en mi sangre; haced esto todas las veces que la bebiereis, en memoria de mí.
11:26 Así, pues, todas las veces que comiereis este pan, y bebiereis esta copa, la muerte del Señor anunciáis hasta que él venga.
11:27 De manera que cualquiera que comiere este pan o bebiere esta copa del Señor indignamente, será culpado del cuerpo y de la sangre del Señor.
11:28 Por tanto, pruébese cada uno a sí mismo, y coma así del pan, y beba de la copa.
11:29 Porque el que come y bebe indignamente, sin discernir el cuerpo del Señor, juicio come y bebe para sí.
11:30 Por lo cual hay muchos enfermos y debilitados entre vosotros, y muchos duermen.
11:31 Si, pues, nos examinásemos a nosotros mismos, no seríamos juzgados;
11:32 mas siendo juzgados, somos castigados por el Señor, para que no seamos condenados con el mundo.
11:33 Así que, hermanos míos, cuando os reunís a comer, esperaos unos a otros.
11:34 Si alguno tuviere hambre, coma en su casa, para que no os reunáis para juicio. Las demás cosas las pondré en orden cuando yo fuere.