4:2 Y después de haber ayunado cuarenta días y cuarenta noches, tuvo hambre.
4:3 Y vino a él el tentador, y le dijo: Si eres Hijo de Dios, di que estas piedras se conviertan en pan.
4:4 Él respondió y dijo: Escrito está: No sólo de pan vivirá el hombre, sino de toda palabra que sale de la boca de Dios.
4:5 Entonces el diablo le llevó a la santa ciudad, y le puso sobre el pináculo del templo,
4:6 y le dijo: Si eres Hijo de Dios, échate abajo; porque escrito está:A sus ángeles mandará acerca de ti,y,En sus manos te sostendrán,Para que no tropieces con tu pie en piedra.
4:7 Jesús le dijo: Escrito está también: No tentarás al Señor tu Dios.
4:8 Otra vez le llevó el diablo a un monte muy alto, y le mostró todos los reinos del mundo y la gloria de ellos,
4:9 y le dijo: Todo esto te daré, si postrado me adorares.
4:10 Entonces Jesús le dijo: Vete, Satanás, porque escrito está: Al Señor tu Dios adorarás, y a él sólo servirás.
4:11 El diablo entonces le dejó; y he aquí vinieron ángeles y le servían.
4:12 Cuando Jesús oyó que Juan estaba preso, volvió a Galilea;
4:13 y dejando a Nazaret, vino y habitó en Capernaum, ciudad marítima, en la región de Zabulón y de Neftalí,
4:14 para que se cumpliese lo dicho por el profeta Isaías, cuando dijo:
4:15 Tierra de Zabulón y tierra de Neftalí,Camino del mar, al otro lado del Jordán,Galilea de los gentiles;
4:16 El pueblo asentado en tinieblas vio gran luz;Y a los asentados en región de sombra de muerte,Luz les resplandeció.
4:17 Desde entonces comenzó Jesús a predicar, y a decir: Arrepentíos, porque el reino de los cielos se ha acercado.
4:18 Andando Jesús junto al mar de Galilea, vio a dos hermanos, Simón, llamado Pedro, y Andrés su hermano, que echaban la red en el mar; porque eran pescadores.
4:19 Y les dijo: Venid en pos de mí, y os haré pescadores de hombres.
4:20 Ellos entonces, dejando al instante las redes, le siguieron.
4:21 Pasando de allí, vio a otros dos hermanos, Jacobo hijo de Zebedeo, y Juan su hermano, en la barca con Zebedeo su padre, que remendaban sus redes; y los llamó.
4:22 Y ellos, dejando al instante la barca y a su padre, le siguieron.
4:23 Y recorrió Jesús toda Galilea, enseñando en las sinagogas de ellos, y predicando el evangelio del reino, y sanando toda enfermedad y toda dolencia en el pueblo.
4:24 Y se difundió su fama por toda Siria; y le trajeron todos los que tenían dolencias, los afligidos por diversas enfermedades y tormentos, los endemoniados, lunáticos y paralíticos; y los sanó.
4:25 Y le siguió mucha gente de Galilea, de Decápolis, de Jerusalén, de Judea y del otro lado del Jordán.