20:2 Por cierto mis pensamientos me hacen responder, Y por tanto me apresuro.
20:3 La reprensión de mi censura he oído, Y me hace responder el espíritu de mi inteligencia.
20:4 ¿No sabes esto, que así fue siempre, Desde el tiempo que fue puesto el hombre sobre la tierra,
20:5 Que la alegría de los malos es breve, Y el gozo del impío por un momento?
20:6 Aunque subiere su altivez hasta el cielo, Y su cabeza tocare en las nubes,
20:7 Como su estiércol, perecerá para siempre; Los que le hubieren visto dirán: ¿Qué hay de él?
20:8 Como sueño volará, y no será hallado, Y se disipará como visión nocturna.
20:9 El ojo que le veía, nunca más le verá, Ni su lugar le conocerá más.
20:10 Sus hijos solicitarán el favor de los pobres, Y sus manos devolverán lo que él robó.
20:11 Sus huesos están llenos de su juventud, Mas con él en el polvo yacerán.
20:12 Si el mal se endulzó en su boca, Si lo ocultaba debajo de su lengua,
20:13 Si le parecía bien, y no lo dejaba, Sino que lo detenía en su paladar;
20:14 Su comida se mudará en sus entrañas; Hiel de áspides será dentro de él.
20:15 Devoró riquezas, pero las vomitará; De su vientre las sacará Dios.
20:16 Veneno de áspides chupará; Lo matará lengua de víbora.
20:17 No verá los arroyos, los ríos,Los torrentes de miel y de leche.
20:18 Restituirá el trabajo conforme a los bienes que tomó, Y no los tragará ni gozará.
20:19 Por cuanto quebrantó y desamparó a los pobres, Robó casas, y no las edificó;
20:20 Por tanto, no tendrá sosiego en su vientre, Ni salvará nada de lo que codiciaba.
20:21 No quedó nada que no comiese; Por tanto, su bienestar no será duradero.
20:22 En el colmo de su abundancia padecerá estrechez; La mano de todos los malvados vendrá sobre él.
20:23 Cuando se pusiere a llenar su vientre, Dios enviará sobre él el ardor de su ira, Y la hará llover sobre él y sobre su comida.
20:24 Huirá de las armas de hierro, Y el arco de bronce le atravesará.
20:25 La saeta le traspasará y saldrá de su cuerpo, Y la punta relumbrante saldrá por su hiel; Sobre él vendrán terrores.
20:26 Todas las tinieblas están reservadas para sus tesoros; Fuego no atizado los consumirá; Devorará lo que quede en su tienda.
20:27 Los cielos descubrirán su iniquidad, Y la tierra se levantará contra él.
20:28 Los renuevos de su casa serán transportados; Serán esparcidos en el día de su furor.
20:29 Esta es la porción que Dios prepara al hombre impío, Y la heredad que Dios le señala por su palabra.