Palabra Clave: redencion
Se han encontrado 16 versículos que contiene la palabra redencion
Exodo 8:23. Y yo pondré redención entre mi pueblo y el tuyo. Mañana será esta señal.
Rut 4:7. Había ya desde hacía tiempo esta costumbre en Israel tocante a la redención y al contrato, que para la confirmación de cualquier negocio, el uno se quitaba el zapato y lo daba a su compañero; y esto servía de testimonio en Israel.
Job 33:24. Que le diga que Dios tuvo de él misericordia, Que lo libró de descender al sepulcro, Que halló redención;
Salmos 49:8. (Porque la redención de su vida es de gran precio,Y no se logrará jamás),
Salmos 111:9. Redención ha enviado a su pueblo;Para siempre ha ordenado su pacto;Santo y temible es su nombre.
Salmos 130:7. Espere Israel a Jehová,Porque en Jehová hay misericordia,Y abundante redención con él;
Lucas 2:38. Esta, presentándose en la misma hora, daba gracias a Dios, y hablaba del niño a todos los que esperaban la redención en Jerusalén.
Lucas 21:28. Cuando estas cosas comiencen a suceder, erguíos y levantad vuestra cabeza, porque vuestra redención está cerca.
Romanos 3:24. siendo justificados gratuitamente por su gracia, mediante la redención que es en Cristo Jesús,
Romanos 8:23. y no sólo ella, sino que también nosotros mismos, que tenemos las primicias del Espíritu, nosotros también gemimos dentro de nosotros mismos, esperando la adopción, la redención de nuestro cuerpo.
1 Corintios 1:30. Mas por él estáis vosotros en Cristo Jesús, el cual nos ha sido hecho por Dios sabiduría, justificación, santificación y redención;
Efesios 1:7. en quien tenemos redención por su sangre, el perdón de pecados según las riquezas de su gracia,
Efesios 1:14. que es las arras de nuestra herencia hasta la redención de la posesión adquirida, para alabanza de su gloria.
Efesios 4:30. Y no contristéis al Espíritu Santo de Dios, con el cual fuisteis sellados para el día de la redención.
Colosenses 1:14. en quien tenemos redención por su sangre, el perdón de pecados.
Hebreos 9:12. y no por sangre de machos cabríos ni de becerros, sino por su propia sangre, entró una vez para siempre en el Lugar Santísimo, habiendo obtenido eterna redención.